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El imperativo de la inteligencia artificial para los sistemas jurídicos de América Latina

Recordemos que la tecnología no es una panacea. Los programas de detección de escopetas, de reconocimiento facial y de imposición de penas para prevenir la reincidencia son ejemplos de herramientas de IA que tienen problemas.

Por James Cooper y Kashyap Kompella*

Los sistemas jurídicos de todo el mundo han tardado en adoptar la tecnología. Sin embargo, durante la pandemia de COVID-19, los jueces adaptaron las audiencias judiciales en línea, las facultades de derecho pasaron a las clases por Zoom y los bufetes de abogados proporcionaron herramientas de colaboración remota. Incluso los exámenes de la abogacía se celebraron de forma virtual. Los abogados no son conocidos por su destreza tecnológica, pero se adaptaron cuando fue necesario. Sin embargo, la segunda profesión más antigua del mundo prefiere apegarse a sus métodos y evitar las nuevas herramientas. Es hora de que los abogados y las facultades de derecho se actualicen a la era de la Inteligencia Artificial (IA).

Kashyap Kompella

Según una encuesta de 2023 Según un estudio conjunto del Legal Management Innovation Lab (LMIL) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Thomson Reuters, el 60% de los bufetes de abogados de América Latina cree que la IA y la automatización transformarán el sector legal en los próximos tres años. El mismo estudio muestra que solo el 14% de las facultades de derecho de América Latina ofrecen dos o más cursos en tecnología legal. Por lo tanto, es posible que las facultades de derecho no estén brindando la capacitación necesaria para preparar a los abogados para un futuro transformado digitalmente. Las facultades de derecho pueden y deben hacerlo mejor.

De hecho, en vista de la creciente importancia de la inteligencia artificial, los abogados deben mejorar su desempeño por tres razones importantes: primero, pueden hacer mejor su trabajo; segundo, la sociedad necesita soluciones jurídicas más eficientes y la tecnología permite la innovación jurídica. Una mayor automatización en el sector jurídico puede marcar una gran diferencia, no solo en términos de eficiencia, sino también en términos de disuasión y transparencia.

En tercer lugar, en todo el mundo se están utilizando herramientas de inteligencia artificial para ayudar a los organismos encargados de hacer cumplir la ley, los funcionarios judiciales y los proveedores de servicios sociales a mejorar el acceso a la justicia. Por ejemplo, la Fiscalía Nacional de Chile está tomando medidas para utilizar herramientas de inteligencia artificial para lograr resultados judiciales mejores y más equitativos. El objetivo es reducir la violencia callejera y doméstica y aumentar la seguridad pública.

Tanto los estudiantes de derecho como los abogados deben aprender a utilizar los sistemas de inteligencia artificial para lograr un mejor acceso a la justicia. Las herramientas de inteligencia artificial, cuando se diseñan y se implementan adecuadamente con medidas de protección eficaces, pueden fomentar instituciones más sólidas, mejorar la capacidad humana y aumentar la rendición de cuentas en todas las etapas del proceso judicial. La LMIL de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso organizará el Innova Day el 23 de octubre de 2024. Estas iniciativas son vitales para exponer a los estudiantes de derecho y al ecosistema legal a tecnologías innovadoras que beneficiarán al sector legal de Chile.

James Cooper

Recordemos que la tecnología no es una panacea. Los programas de detección de escopetas, de reconocimiento facial y de imposición de penas para prevenir la reincidencia son ejemplos de herramientas de IA que tienen problemas. Hay quejas justificadas sobre la invasión de la privacidad, los desafíos que plantea el sesgo de los datos y el debilitamiento de la presunción de inocencia. Por ejemplo, la vigilancia predictiva suele basarse en datos del gobierno y es posible que esos datos ya tengan sesgos discriminatorios. Inevitablemente, se necesitarán abogados para resolver los problemas imprevistos que traerá consigo la adopción masiva de la tecnología. Esa es una razón más para que tanto los abogados como los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley aumenten su coeficiente de inteligencia artificial: para evitar los efectos secundarios de esta.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas constituyen los indicadores clave de desempeño para la humanidad. El ODS número 16 es “promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”. A pesar de los avances significativos que se han logrado a lo largo de las décadas, los sistemas jurídicos en las Américas pueden ser dolorosamente lentos y, con demasiada frecuencia, el proceso es punitivo. A pesar de todo el buen trabajo, también existe una percepción generalizada de que existe un sistema de justicia para los ricos y poderosos y otro para todos los demás.

Las herramientas de inteligencia artificial no pueden resolver todos los problemas que enfrentan nuestras sociedades, pero si se utilizan con criterio, pueden generar un mejor acceso a la justicia para todos los miembros de la sociedad. ¡Y ese es un buen comienzo!

*James Cooper es profesor de Derecho en la Facultad de Derecho de California Western en San Diego y exdirector de Proyecto ACCESO , un grupo de expertos en formación de habilidades jurídicas. Kashyap Kompella, CFA, es el fundador de RPA2AI Research , una firma de análisis de IA. Su nuevo libro se titula “ A Short and Happy Guide to Artificial Intelligence for Lawyers ”.

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