Por Pamela Contreras, directora área penal – Colombara estrategia legal.
En el escenario actual del sistema judicial chileno, la creación de la Fiscalía Supraterritorial es un hito crucial en la lucha contra el crimen organizado y los delitos complejos que desafían las capacidades
tradicionales de las instituciones de justicia. Enfocada en delitos de alta complejidad y presencia transnacional, esta nueva institución está diseñada para operar más allá de las limitaciones territoriales
convencionales. Sin embargo, para que cumpla su propósito de manera efectiva, es imperativo que su liderazgo sea seleccionado en base exclusivamente al mérito, libre de presiones políticas y alineado
con los más altos estándares de integridad y profesionalismo.
Contexto del Sistema Judicial Chileno
En los últimos años, el sistema judicial chileno ha enfrentado críticas significativas debido a casos de corrupción y la percepción de ineficacia en la lucha contra el crimen organizado. Criminales liberados en circunstancias irregulares, filtraciones de investigaciones y conexiones inapropiadas entre funcionarios judiciales y figuras de poder han minado la confianza pública en la justicia. Esta crisis de probidad resalta la urgente necesidad de reformas estructurales y de liderazgo ético en las instituciones judiciales.
La Fiscalía Supraterritorial se crea en este contexto como respuesta a la complejidad creciente del crimen organizado, que a menudo trasciende fronteras regionales y nacionales. Esta fiscalía está diseñada para proporcionar una respuesta coordinada y especializada, equipada para manejar casos que requieren un conocimiento legal profundo y una comprensión estratégica de los entornos criminales transnacionales.
En un sistema donde la confianza pública ha sido erosionada por percepciones de corrupción y favoritismo, la elección del Fiscal Jefe Supraterritorial es de vital importancia. Elegir a un líder basado
en el mérito implica priorizar la competencia, la experiencia y la integridad sobre afiliaciones políticas, lealtades personales o “vueltas de mano”. Este enfoque es esencial para garantizar que el Fiscal Jefe tenga la capacidad y la independencia necesarias para enfrentar los desafíos complejos del crimen organizado.
Un proceso de selección basado en el mérito debe considerar factores clave: la experiencia del candidato en la persecución de delitos complejos, su capacidad para liderar equipos en investigaciones de alto perfil y su historial de independencia y juicio ético en decisiones críticas. Estos criterios aseguran que el Fiscal Jefe no solo entienda las complejidades legales, sino que también pueda navegar las presiones políticas y mediáticas sin comprometer la integridad de la institución.
Riesgos de una Selección Sesgada
La interferencia política en el proceso de selección del Fiscal Jefe Supraterritorial podría socavar gravemente la efectividad de la nueva fiscalía. Cuando las decisiones de liderazgo se guían por consideraciones políticas, se corre el riesgo de nombrar a individuos que priorizan la lealtad a determinados intereses sobre el deber hacia la justicia y el interés público. Esto compromete la capacidad de la fiscalía para actuar de manera imparcial y perpetúa la desconfianza pública en el
sistema judicial.
En el contexto chileno, donde la percepción de corrupción y favoritismo es alta, cualquier politización en la elección del Fiscal Jefe podría tener consecuencias devastadoras para la credibilidad de la Fiscalía Supraterritorial. La historia reciente ha demostrado que la politización de cargos judiciales puede erosionar la confianza pública, convirtiendo a las instituciones que deberían ser guardianes de la justicia en herramientas de intereses particulares.
La independencia del Fiscal Jefe Supraterritorial debe garantizarse mediante mecanismos institucionales robustos. Un sistema rendición de cuentas adecuado y robusto, que incluya la provisión de recursos adecuados, protección contra interferencias externas y un marco claro de
accountability, puede tener múltiples beneficios y asegurar que la fiscalía opere con transparencia, eficacia e integridad. La independencia institucional es crucial para permitir que la fiscalía opere con
eficacia, especialmente en casos que involucren a individuos o entidades poderosas.
El establecimiento de un sistema de monitoreo y revisión del desempeño del Fiscal Jefe puede ayudar a asegurar que el liderazgo se mantenga alineado con los principios de justicia y equidad. Este sistema
debe ser capaz de identificar y abordar cualquier desviación de los estándares éticos y profesionales, proporcionando una capa adicional de seguridad contra posibles abusos de poder.
La creación de la Fiscalía Supraterritorial es una oportunidad única para fortalecer el sistema de justicia chileno y abordar los desafíos del crimen organizado de manera más efectiva. En un momento en que la confianza en las instituciones judiciales está en juego, es esencial que los responsables del proceso de selección actúen con integridad y transparencia. Solo a través de un compromiso genuino con estos principios podremos asegurar que la Fiscalía Supraterritorial cumpla su misión de manera efectiva y se convierta en un pilar de justicia y equidad en Chile y Latinoamérica.
