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La transición a ser abogado in-house: ¿cambiar o morir en el intento? Parte 2
La semana pasada tuvimos la oportunidad de conocer las dificultades que atraviesa Juan Carlos como Gerente Legal de Fantasía, pues si bien los resultados y los números que ha logrado en seis meses lo avalan, su jefe y sus colegas no logran verlo como un Bussiness Partner.
Por Sebastián Rodríguez*
La semana pasada tuvimos la oportunidad de conocer las dificultades que atraviesa Juan Carlos como Gerente Legal de Fantasía, pues si bien los resultados y los números que ha logrado en seis meses lo avalan, su jefe y sus colegas no logran verlo como un Bussiness Partner.

A ojos de Pedro Pablo, Gerente General de Fantasía S.A., Juan Carlos sigue trabajando de la misma manera como cuando lo hacía desde el estudio jurídico, tendencia que, según Michael D. Watkins, autor de Los Primeros 90 Días, se debe a que muchas veces “los lideres que entran en empresas nuevas suelen hacer traslados laterales: han sido contratados para que hagan aquello que sabían hacer bien en otra empresa”.
Desde esta óptica, el problema de Juan Carlos es no haber logrado adaptar los conocimientos y las habilidades desarrolladas en el estudio jurídico, al actual contexto de Fantasía S.A, por lo que, siguiendo con este autor, el principal desafío de Juan Carlos es adaptarse a una nueva estructura política y a una cultura diferente, pues los roces con los otros de Gerentes de Fantasía S.A. están poniendo en riesgo su gestión como Gerente Legal.
Con esto en mente, vamos a la segunda sesión de coaching con Juan Carlos
Hola Sebastián. Después de nuestra primera sesión me quedé pensando largamente en lo que hablamos sobre mis colegas y esa misma noche le conté a la Bea, mi señora, lo que estaba pasando. (Silencio). Hacía tiempo que no me escuchaba así. Estaba muy atenta a lo que le decía y solo me interrumpía para hacerme preguntas, cosa que nunca pasa, pues es seca para aportillar mis historias.
¿Qué le pareció tan interesante?
Yo creo que al principio le llamó la atención que estuviera en un proceso de coaching y que no le hubiera contado nada. Estaba un poco molesta, pero a medida que le fui contando sobre mis diferencias con mis colegas y el tirón de orejas que me dio Pedro Pablo, cambió el switch y al terminar mi monólogo me dijo que tarde o temprano esto me iba a pasar, pues en la universidad también hacía lo mismo con nuestros compañeros.
¿Fuiste compañero en derecho con tu señora?
Sí, y desde un principio descubrimos que no podíamos estudiar ni trabajar juntos, ya que según la Bea me pongo insoportable apenas huelo la competencia. Básicamente tengo que ganar la discusión o, en su defecto, impedir que el otro la gane. Incluso en el colegio me pasaba lo mismo, razón por la que dejé los deportes colectivos y me incliné por los individuales, pues estaba cansado de perder amigos después de un partido o de una simple pichanga.
Te lo tomas en serio…
A morir y esto hace que, en promedio, la mitad de las personas me ame y la otra me odie. Y Pedro Pablo, cuando yo trabajaba en el estudio, me amaba y prefería ver los temas directamente conmigo y no con el socio que llevaba la cuenta. Teníamos mucha química y es por eso que me tendió la mano cuando supo que me habían rechazado para ser socio (Silencio). Y el primer año en Fantasía fue igual. Pedro Pablo estaba maravillado de lo rápido que sacaba las cosas, de lo ejecutivo y resolutivo que era, lo que contrastaba fuertemente con Raúl, el entonces Gerente Legal (Silencio). Aunque en su minuto no le reconociera ningún valor, ahora entiendo que éramos una buena dupla, pues Raúl hacía todo el PR con los demás gerentes, cosa que, siéndote muy sincero, me daba lata.
¿Por?
Me parecía una pérdida de tiempo hablar con personas que no entienden leyes, normativas, ni regulaciones. Me aburre que me hagan preguntas que cualquier weon que lee la prensa con mediana regularidad debiera saber. Y Raúl me decía que había que educar a las otras áreas, que tenía que aprender a hablar en su lenguaje o, al menos, de una forma en que ellos entendieran. Pero no, no lo hice, no lo entendí y dejé que Raúl hiciera la parte latera. Y ahora que no está Raúl me falta ese complemento, ese amortiguador, que hacía que los demás gerentes no se me vinieran encima.
Concretamente… ¿Qué hacía Raúl que tu no haces?
De partida escuchaba. Escuchaba mucho, cosa que mi señora siempre me ha criticado, pues solo escucho a mis jefes y a mis clientes.
Pero Raúl era tu jefe…
Puta, pero no lo vi así. Lo vi como la persona que me tenía que enseñar un par de cosas sobre la empresa antes de despedirse. Para mí, mi jefe era Pedro Pablo. Él era mi jefe y mi único cliente.
¿Y los demás gerentes?
Mientras no era gerente legal… no eran mi problema…
¿Por qué los ves como un problema?
Porque ahora lo son. Reconozco que no haberlos escuchado antes, no haberme dado el tiempo para conocerlos, me pasó la cuenta y ahora todos los gerentes y subgerentes con los que trato son viudos de Raúl. Incluso en mi equipo lo extrañan, pues según ellos antes no nos trababan tanto la pelota (Silencio). Y es que Raúl, aparte de darse tiempo para conocer a los otros y escucharlos, estaba siempre evangelizando, educando y poniéndose a disposición de ellos. Raúl entendía muy bien el negocio, conocía los dolores de las distintas áreas y nunca hacía nada antes de haber tenido sus buenas conversas con todos los gerentes. Yo en cambio, apenas recibo el visto bueno de Pedro Pablo, me lanzo y uso ese argumento para imponer mi voluntad, cosa que ya entiendo está mal cuando eres in house.
¿Y has probado hacer algunas de las cosas que hacía Raúl?
Sí, partí escuchando y mordiéndome la lengua, pero a los cinco minutos ya estaba desencajado. Sin ir más lejos ayer, Fernando, el Gerente Comercial, me dijo frente a Pedro Pablo, que desde que se fue Raúl no sabe a quién recurrir de Legal cuando necesita ayuda, pues conmigo no se puede hablar, ya que a sus ojos estoy totalmente desconectado de las necesidades del negocio.
¿Qué le respondiste?
Pedro Pablo, antes de la reunión, me pidió no responder inmediatamente y no defenderme, así que dejé que Fernando agarrara vuelo. Y aparte de decirme que no cacho nada del negocio, contó que entre los Gerentes ya era conocido como Doctor No, pues era seco para detectar problemas, fallas y peligros, pero no para encontrar soluciones.
¿Te dijo algo bueno?
De manera irónica me dijo que también me decían Doctor Sí, pues a Pedro Pablo le daba el amén en todo y actuaba rápido y que eso es lo que me salvaba. Según Fernando, todos los gerentes sabían que cuando Pedro Pablo me decía algo, no solo me encargaba de cumplirlo, sino que lo hacía a tal velocidad, que no me detenía a mirar los muertos y heridos que dejaba en el camino.
¿Y algo bueno bueno, es decir, sin peros ni ironías?
Solo cuando Pedro Pablo empezó a nombrar algunos de los logros bajo mi gestión, Fernando reconoció que habían mejorado los tiempos de entrega y que había estandarizado la forma de hacer las cosas, pues era cierto que Raúl dejaba que los abogados internos y externos hicieran las cosas a su pinta. En ese sentido reconoció que ya no estamos a ciegas, pues desde que asumí la gerencia legal, para bien y para mal, hay una forma de hacer las cosas. Mi forma, mi modelo, según él.
¿Y es así?
Odio cuando dicen que legal es lento y que vende humo y es por ello que no solo estandaricé y agilicé todos los procesos, sino que les puse métricas. Con esto yo pensé que la estaba rompiendo, pero según Fernando, a veces la medicina es peor que la enfermedad”.
Para Michael D. Watkins “el liderazgo no es mas que influencia y equilibrio” y en estos seis meses en el cargo Juan Carlos se ha encontrado con inesperadas trabas por haber actuado en solitario.
Así, la salida de Raúl y la llegada de un nuevo Gerente Legal cambió los equilibrios, pues el estilo de Juan Carlos, si bien en su momento encantó a Pedro Pablo, no está logrando persuadir e influir en sus colegas.
Ahora… ¿es todo responsabilidad de Juan Carlos? Claramente no, pues los fracasos en las transiciones son una interacción entre la nueva función, con sus oportunidades y dificultades, y el individuo, con sus fuerzas y debilidades.
En definitiva, gran parte de los actuales problemas de Juan Carlos como Gerente Legal nacen por haber pasado por alto la cultura, ese “conjunto de patrones coherentes que la gente utiliza para comunicarse, pensar y actuar”. Conjunto que el flamante nuevo Gerente Legal pasó por alto, sin darse cuenta que esos patrones se basan en las suposiciones y valores que comparten los demás gerentes de Fantasía S.A.
Por esta razón, el coaching de Juan Carlos debiera orientarse a desarrollar mayor flexibilidad y habilidades relacionales para adaptarse a la estructura y a la política de Fantasía S.A.
Continuará…