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Con cambio de logo, el Colegio de Abogados busca implantar el significado de sello ético

Uso de infraestructura y prestación de asistencia jurídica, son algunos de beneficios que conlleva la colegiatura.

sello ético

Fernanda Robles / Sofía Martin

Si bien desde la Constitución de 1981 en Chile no es obligación afiliarse a los colegios profesionales para ejercer una carrera, una gran cantidad decide asociarse voluntariamente mediante el pago de cuotas mensuales o anuales, que permiten a sus afiliados tener acceso a una serie de beneficios, entre ellos: acceso liberado a charlas y seminarios, infraestructura y publicar en revistas.

En el caso de quienes estudiaron Derecho, quienes quieran asociarse deben efectuar un pago anual de $60.000 e inscribirse mediante un sistema en línea o directamente en las dependencias del Colegio de Abogados de Chile. No se puede dejar de hacer presente que, aunque el nombre de esta asociación tiene la palabra “Chile”, en la actualidad agremia mayoritariamente a abogados de la capital, existiendo diversos colegios de abogados en casi todas las regiones del país.

Quisimos comparar la colegiatura de los abogados con la de otras profesiones —médicos, profesores, arquitectos y periodistas—, y se observan diferencias.

Por ejemplo, existe la prestación de asistencia y protección jurídica del gremio —en situaciones propias de la actividad profesional y donde ésta se vea vulnerada— para abogados colegiados, pero se trata de un apoyo que antes de darse, es analizado caso a caso. Así se identificaría el mérito del caso y se evalúa si realmente el Colegio debe involucrarse.

¿Colegiarse o no colegiarse?

El Colegio de Abogados cuenta con alrededor de 10.000 profesionales suscritos, pero no todos son miembros activos, pues para ello deben estar al día en el pago de sus cuotas.

Sin embargo, si consideramos que el número de abogados que jura anualmente en la Corte Suprema supera los 3.600, la colegiatura sigue al debe en la generación de interés por parte de los recién titulados. Al respecto, Pedro Pablo Vergara, vicepresidente del Colegio señala: “Se ha dicho, por ejemplo, que el número de de abogados que está colegiado es de un 10% respecto al total, pero esa no es una cifra precisa”. Ello ocurriría porque muchos de los abogados titulados no trabajan en Santiago y, por lo tanto, suscribirse al Colegio no sería una opción para ellos, añade.

Gustavo Rodríguez, ingeniero civil industrial con alrededor de 20 años de experiencia asesorando a estudios jurídicos, plantea que se puede hacer un doble análisis del fenómeno de la asociación entre pares: “Estar colegiado genera una imagen de cumplimiento a ciertas normas de comportamiento profesional”.

Lo mismo opina Fabiola Sáenz, especialista en branding y que ha trabajado en su área, orientada al mundo jurídico. Así, pertenecer al Colegio permite a los profesionales ceñirse a ciertos valores de conducta que son apreciados por los clientes, actuales o futuros. Ella plantea que el sello de los profesionales colegiados está en que deben remitirse al Código de Ética del Colegio en su actuar: “Los estudios que contratan a abogados suscritos se aseguran de que estén sujetos a ciertas normas de comportamiento”, señala.

Pero Gustavo Rodríguez va más allá y sugiere que hay ciertas prácticas que en el caso del Colegio de Abogados deberían actualizarse y adaptarse a las nuevas generaciones de jóvenes, que rechazan la tendencia a pertenecer a alguna institución que limite su comportamiento. “Les cuesta identificar el valor y el aporte efectivo que significa ser colegiado. Es más, existe una cierta tendencia a entenderlo como un comportamiento más bien conservador y tradicional del ejercicio profesional”, dice.

Sello ético

Una de las preocupaciones que actualmente tiene el Colegio es la forma en que los abogados promocionan sus servicios profesionales. Pedro Pablo Vergara sostiene que el Colegio está trabajando en actualizar sus recomendaciones a sus miembros, de modo que puedan encontrar formas de dar a conocer sus servicios públicamente, respetando los estándares éticos.

Con la intención de atraer a abogados jóvenes, el Colegio de abogados actualmente está buscando renovar su funcionamiento y prácticas, dentro de las cuales se encuentra la inclusión de jóvenes y mujeres al Consejo.

Si quieres saber más del tema, te invitamos a ver el video o escuchar el podcast con la entrevista realizada por Rafael Mery a Arturo Alessandri, actual presidente del Colegio.

Finalmente, hoy salieron publicadas las bases públicas de concurso para el “diseño de un logotipo o sello ético distintivo de un reconocimiento de estar afiliado, resaltando que se trata de un beneficio, de un activo en vez de una carga o pasivo, que podrán usar todos los afiliados en sus páginas web, tarjetas de presentación, membretes, etc.”.

El logotipo deberá reflejar el Sello Ético que señale “Yo estoy colegiado” y el plazo para presentar las propuestas comenzará el viernes 17 de agosto y finalizará el viernes 31.

El jurado estará conformado por el presidente, el vicepresidente, y tres consejeros de la Orden.

El ganador recibirá una suma en dinero ascendente a $850.000.

Sofía Martin Leyton

Directora y Editora general en EstadoDiario

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