Columnas
Propiedad Intelectual e Inteligencia Artificial: Regular para proteger e incentivar la creatividad
Por Agustina Davis Komlos*.
Los llamados de líderes del mundo tecnológico como Elon Musk o Jack Dorsey pidiendo que se elimine toda legislación en torno a la Propiedad Intelectual, en publicaciones masivas a través de la plataforma X, más que simplistas y provocadoras, son ignorantes y peligrosas. Si bien la afirmación del creador de Twitter: “Delete all IP law” (“eliminen toda la legislación sobre propiedad intelectual”) tiene como contexto el entrenamiento de la Inteligencia Artificial (IA) y la llamada regurgitación, lo cierto es que el efecto de declaraciones irreflexivas con altos niveles de masividad como esta, pueden impactar de manera muy negativa en los derechos de los creadores.

Hasta ahora, la IA no aparece contemplada en la legislación de algunos países. En Chile, existe un proyecto presentado por diputados el 3 de septiembre de 2024 y que se encuentra en tramitación (Boletín 17112-19), que no tiene normativa concreta relativa a la Propiedad Intelectual o Industrial, sin perjuicio de que hay normas que dicen relación con la protección de datos personales. Al mismo tiempo, nos enteramos de que en distintas partes del mundo los tribunales están acumulando demandas de autores y dueños de derechos de autor contra las compañías poseedoras de algoritmos, por el uso no autorizado de sus propiedades.
La declaración de Dorsey apunta a que la propiedad intelectual y los derechos de los autores impide el desarrollo tecnológico al limitar la creatividad, lo que contradice la esencia misma de la PI como impulsador de la creación humana.
El mundo en que vivimos se lo debemos a la creación proveniente de la mente humana. Desde la electricidad a los automóviles e, incluso, la erradicación de enfermedades, son productos de la inventiva de creadores de todas las épocas y los lugares del mundo. Así también, la propia inteligencia artificial existe porque distintas personas han ido desarrollando avances tecnológicos que han derivado en ella. Esa es justamente la finalidad de la propiedad intelectual: proteger esas creaciones y, al mismo tiempo, incentivar a que se siga creando. Ello porque el ser humano seguirá creando en la medida que pueda ser retribuido –a lo menos por un tiempo– por su obra, que es el fruto de sus ideas, sus investigaciones y su trabajo.
La propiedad intelectual no quiere coartar la creatividad, quiere protegerla y fomentarla, y decir lo contrario, es no entender por qué existe un sistema de propiedad intelectual.
Siempre será importante reconocer la autoría de una creación, para que los autores sepan que su esfuerzo, su dedicación y su intelecto son reconocidos y, a su vez, retribuidos. Esta protección es un incentivo para seguir generando creaciones y nuevos conocimientos en distintas disciplinas y ahí radica la esencia de la propiedad intelectual. No olvidemos que la protección a estas creaciones no es eterna por lo que, en algún momento, serán accesibles para quien quiera acceder a ellas.
Es cierto que el desarrollo de la Inteligencia Artificial nos pone desafíos. Efectivamente, necesitamos revisar las legislaciones de propiedad intelectual como consecuencia de la era digital en la que vivimos. Pero, eliminar la protección de la propiedad intelectual, es un absurdo. No es la conclusión a la que deberíamos llegar si entendemos los fundamentos de su existencia. Todo el sistema de propiedad intelectual existe porque hay una sinergia perfecta entre proteger al creador y su obra y que se incentive la creación también. Esa protección le permite al autor dar a conocer su obra, porque sabe que ésta está protegida y que sus ideas no serán robadas o comercializadas por otros, sin que él reciba retribución alguna por sus ideas.
*Agustina Davis Komlos. Socia de BBD Badilla Davis y docente Facultad de Derecho Universidad Andrés Bello




