Columnas
Programa laboral de Gabriel Boric: las formas importan
"Es que en materias laborales el fondo de las iniciativas y proyectos es tan relevante como la forma cómo se llevarían a cabo. El defecto de este programa presidencial es que, en estos ámbitos, la forma no se especifica".
Por Rosario Ramos *
A pocos días de que se concierten las elecciones presidenciales y, tras un año en que la tasa de desempleo bordea el 8,1%, resulta interesante analizar el programa de gobierno del candidato Gabriel Boric en relación con sus propuestas laborales.
En efecto, los principales proyectos que pretende plasmar el candidato son, entre otros, la disminución de la jornada semanal a 40 horas, una revisión de la actual causal de despido por necesidades de la empresa y un nuevo tope a las indemnizaciones por año de servicio, a lo que se agrega el aumento paulatino de un sueldo mínimo de $500.000 pesos mensuales, con un apoyo o subsidio para las pequeñas y medianas empresas del país.
Un análisis más pormenorizado de lo anterior muestra que todo esto, sin embargo, no representa sino una mera declaración de intenciones en periodo preelectoral, pues no se aborda, por ejemplo, qué forma tomará el subsidio al sueldo mínimo o cuándo será entregado. Y si bien estas iniciativas pueden resultar atractivas electoralmente para muchos y se muestran como eventuales avances en materia de propuestas laborales, provocan, sin embargo, la idea de clara utopía o al menos de inconsistencia. En efecto, la falta de detalles concretos de las medidas propuestas en relación con los despidos y en relación con el tope de la indemnización por años de servicio transforma a estos, inevitablemente, en proyectos fútiles, porque no se sabe, a ciencia cierta, qué pretende un futuro gobierno hacer a su respecto. Otro tanto ocurre con el subsidio que se querría otorgar a pequeñas y medianas empresas para que aumenten el sueldo mínimo de sus trabajadores.
Es que en materias laborales – lo que nos atañe- el fondo de las iniciativas y proyectos es tan relevante como la forma cómo se llevarían a cabo. El defecto de este programa presidencial es que, en estos ámbitos, la forma no se especifica.
Por otro lado, si suponemos que el programa presidencial de cualquier candidato está enfocado en medidas que se puedan llevar a cabo en el lapso de su gobierno, esto es, de 4 años, es necesario que propuestas e iniciativas se puedan concretar en el plazo delimitado. Así, y solo desde el análisis de algunas de las propuestas transparentadas, esto es, aumento del sueldo mínimo y disminución de la jornada, de concretarse estas en el plazo -breve- de 4 años, cabe preocuparse por la futura tasa de desempleo, pues, ¿qué empresa podría soportar un cambio drástico en un tiempo tan corto? Está claro que solo las grandes podrán financiar cambios de este calibre, mientras que los principales perjudicados serán las pequeñas empresas y, por ende, los trabajadores que en ellas laboran.
En la práctica, desde la forma concreta en que habrá de llevarse esto a cabo, es inevitable considerar que las pymes deberán desvincular trabajadores y/o evitarán futuras contrataciones. Ello, aún para el caso de que se planteen estas medidas en forma paulatina, porque lo cierto es que un plazo de 4 años no representa mayor gradualidad en el tiempo.
Una duda similar queda sin respuesta respecto del financiamiento y apoyo estatal que conllevarían esos proyectos. Se trata de medidas que podrían ser bien recibidas en un país como Nueva Zelanda, donde el ingreso per cápita alcanza los 41.791 USD, pero para el caso de nuestra economía, en la que este ingreso llega a 13.000 USD, subsidios eventuales y estado garantista se ven como medidas poco viables en un futuro cercano.
De resultar electo el actual candidato Gabriel Boric, será imprescindible que dé mayor consistencia a las propuestas laborales que sustentan su programa. De lo contrario o serán muy difíciles de concretar o bien tenderán hacia una mayor precariedad laboral de parte de las empresas pequeñas, las que son importantes empleadores.
* Rosario Ramos es Abogada asociada en Canales Parga Abogados Laborales.