Por Alfredo Moreno Giersiepen*
Señor Director,
Esta semana leía acerca de cómo se habían reducido los contactos para cobranzas desde que se obliga a las empresas a llamar desde prefijos 600 u 800. En otra conversación una persona se quejaba de cómo se estaban entorpeciendo este trabajo…mientras yo pensaba. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
Años y años de mal uso de los datos, que ahora ad-portas dentro de unos meses de la entrada en vigor de la nueva Ley 21.719 de Protección de Datos Personales, debiera cambiar.
Unos estándares copiados del RGPD de la Unión Europea pero que a mi juicio necesitan dos actuaciones globales claves. Una desde el prisma público, dotando a la futura Agencia de Protección de Datos del presupuesto y las herramientas claves para velar por el correcto cumplimiento de la norma. La otra desde el prisma privado, donde las empresas deben empezar a interiorizarse de las obligaciones y estándares que esta nueva regulación trae consigo.
En ambas de nuevo estamos al debe, ni el presupuesto ni el funcionamiento de la nueva Agencia está claro a pesar del gran trabajo de la Comisión que está ayudando para implementarla. Y por otra parte, percibo que las empresas aún no se han puesto con este tema. Un tema que supone cambiar conductas, en algunos casos de abuso de los datos, que llevan años arraigadas en el comportamiento de la gente (proveedores y usuarios).
EL 1 de diciembre del 2026 parece que está lejos, pero los procesos de adecuación a esta nueva normativa y la “evangelización” en los nuevos procesos de tratamiento y uso de los datos son lentos y no se hacen de un día para otro. Ni la arista legal, ni la tecnológica y mucho menos la formación necesaria se logra en plazo corto. Es necesario acometer estos procesos cuanto antes para lograr un cumplimiento efectivo.
Siento que de nuevo seremos…estudiantes de última hora….
*Alfredo Moreno Giersiepen, Socio Director ECIJA Otero.
