Por Jorge Timmermann*.
La implementación del open finance en Chile nos enfrentará a desafíos significativos, especialmente en materia de cumplimiento en protección de datos personales, lavado de activos y ciberseguridad. Será crucial para el mercado abordar adecuadamente estos aspectos para garantizar un ecosistema financiero robusto y seguro.
En otros mercados, hemos visto recientemente cómo la falta de cumplimiento puede acarrear sanciones severas y graves problemas de credibilidad. Por un lado, uno de los grandes bancos canadienses fue sancionado y deberá pagar a distintas agencias regulatorias de Estados Unidos, algo más de tres billones de dólares por infracciones a las normas de prevención de lavado de activos, y por violaciones sistemáticas a las normas de secreto bancario y fallas en su programa de prevención del lavado de activos.
En el caso de un neobanco británico, las acusaciones por estafas sufridas por sus clientes ponen de relieve la importancia de la ciberseguridad. Las aplicaciones “all-in-one“, que integran múltiples servicios financieros, pueden aumentar el nivel de riesgo en los ataques cibernéticos debido a la concentración de datos sensibles y la interconexión con todos los aspectos financieros de dichos clientes. Esto subraya la necesidad de un enfoque proactivo y riguroso en la implementación de medidas de ciberseguridad en todas las plataformas, especialmente aquellas que ofrecen múltiples servicios.
En Chile, la esperada Ley de Protección de Datos establecerá un marco normativo para proteger la información de los usuarios. Además, la recientemente promulgada Ley Marco de Ciberseguridad busca fortalecer la seguridad digital en el país y establece directrices claras para la protección de infraestructuras críticas, incluyendo banca, servicios financieros y medios de pago.
Así, el compliance en torno a los datos y la ciberseguridad no solo será vital para evitar sanciones, sino que será también fundamental para construir la confianza del consumidor. En un mercado donde la confianza es clave, la implementación de sistemas de cumplimiento robustos ayudará a las empresas a identificar y mitigar riesgos antes de que se conviertan en problemas significativos. Los actores del mercado deberán invertir en tecnologías y prácticas que resguarden la integridad de la información.
La combinación de un marco legal sólido y medidas de cumplimiento efectivas ayudará a construir un sistema financiero que no solo sea innovador, sino también seguro y respetuoso de los derechos de los usuarios, para el cumplimiento de las promesas de innovación, competencia e inclusión financiera que el open finance aspira a cumplir.
*Jorge Timmermann. Socio DLA Piper, enfoca su práctica en asesorar a clientes chilenos y extranjeros en transacciones de fusiones y adquisiciones, mercados de capitales, capital de riesgo, FinTech, gobernanza corporativa y desarrollo de proyectos, capital privado, banca y finanzas, servicios financieros y SPAC, entre otros.
