Columnas
Gamestop y la democratización bursátil: que el juego no pare
"¿Qué tiene de particular Gamestop y sus fanáticos? ...la forma en que se gestó, la posibilidad de que el minoritario, el inversor de a pie, el pequeño ahorrante, pueda transar, gracias, entre otras cosas, a la reducción de las barreras a la inversión en el mercado de acciones"
* Por Francisco Arriagada Piña
Para los que más de una vez nos fascinamos como gamers sabemos que los videojuegos han sido de los mejores pasatiempos. En mi primera juventud, GameStop era (junto con Best Buy) una de mis tiendas favoritas en el país del norte, cuando uno compraba en tienda, desde luego.
En semanas pasadas, esta tienda -hoy no muy conocida producto de una era donde la entretención y los juegos suelen ser “bajados” online- comenzó a hacer ruido, acaparando la atención de los mercados.
El llamado caso GameStop, comienza por el actual contexto de la cadena de videojuegos norteamericana con franquicias a nivel mundial, donde no hace falta ser muy agudo para comprender que su modelo de negocio va a la baja, pues el consumidor encuentra “Fortnite” o cualquier versión de Mario Bros ahí en la red, donde antes estaba en una estantería.
¿Qué sucedió?, ¿por qué tanto alharaqueo en Wall Street de inversores, consumidores, la prensa y de hasta el propio gobierno (norteamericano)?, pues nada más ni nada menos que un fenómeno enquistado en aquellos que aprovechando su cuarentena, decidieron jugar… ¡y también invertir! o “apostar”. Se trata de anónimos inversores, personas de carne y hueso, que comiendo pizzas en sus casas interactuaron en chats rooms del subforo de trading “Wall Streets Bets” del sitio Reddit, este último una red de comunidades donde la gente comparte intereses, postea y vota, socializando y comentando respecto a invertir en dicha compañía, bajo un irracional frenesí, y vaya que lo hicieron, generando el nerviosismo e histeria de los hedge funds e inversionistas.
Lo anterior provocó que una compañía cuyas desconocidas acciones se transaban a US$ 20 (intraday) subieran en un espiral al alza a un valor de más de US$ 400 (incluso $480 según algunos), perdiendo dichos hedges sus posiciones en corto (short squeeze) previamente adquiridas, generándose miles de millones en pérdidas para estos últimos, debiendo paralizarse las transacciones por el broker Robinhood (broker Fintech[1] que no cobra comisiones) y generándose lo que se ha denominado prácticamente un movimiento en contra del Wall Street stablishment y una eventual burbuja y también una eventual… ¡manipulación bursátil!.
Y es que en esencia técnica con la figura de la compra corta (short sells) algunos (hedges) claramente perdieron, cuando básicamente lo que hacen es aspirar a que una acción baje de precio, pidiéndolas prestadas para cuando, y aquí viene el problema, apostar a que bajen de precio y al momento de venderlas ganar la diferencia, se asume el riesgo de que eso no suceda. Y eso fue lo que precisamente no sucedió, entonces estos últimos encendieron las alarmas, pero claro, las ventas cortas siempre son una apuesta, una apuesta contra los papeles (títulos) de una compañía y ese fue el riesgo que tomaron empresas como Melvin Capital.
No hace falta que invoquemos a Adam Smith para saber que son las reglas del libre juego (que paradójico) de la oferta y la demanda, pues cuando todos quieren comprar el precio sube, y es el problema que puede presentarse con las operaciones de corto plazo.
Entonces, ¿qué tiene de particular Gamestop y sus fanáticos?, bueno, entre otras variables, la forma en que se gestó, la posibilidad de que el minoritario, el inversor de a pie, el pequeño ahorrante, pueda transar, con Robinhood esta vez, gracias, entre otras cosas, a la reducción de las barreras a la inversión en el mercado de acciones.
Me dirán, pero si Elon (Musk) se benefició, ¡que me hablan del accionista de a pie!, pero si no hubiese sido por esos muchísimos gamers y algunos no tanto, el fenómeno no se hubiese encendido, pues lo que ocurrió está vinculado con la democratización de los mercados financieros, la posibilidad que usted o yo podamos, conectados desde nuestro hogar o app, entenderlo, seguirlo, y porque no, ser un actor, ¿no era esto lo que nos enseñaba el “Oráculo de Omaha” en cierto sentido?
Y a partir de Gamestop se nos vienen otros casos a la mente, y el inevitable brainstorming; que la transparencia en los mercados, que manipulación, que burbuja financiera, que más regulación, que el poder de internet, que las fintechs y tantos mas, ante lo cual, por lo demás, no se puede desconocer que históricamente casi la mitad de las acciones que se transan en EEUU se negocian fuera de bolsa, pero claro, la digitalización financiera impulsada por las Fintechs no es más que un ejemplo de lo inevitable de estos cambios, sino preguntémosle a la banca.
Lo anterior representa sin duda una transformación, desde una economía cerrada a unos pocos hacia una más distribuida, y con mayor cabida a otro tipo de actores (o inversionistas), por algo el caso ha sido bautizado como una verdadera revolución bursátil. No cabe duda, por cierto, que en mercados más concentrados (como el chileno, donde todos los actores se conocen) será más difícil o derechamente habrá que esperar más, pero al menos abre una puerta.
En fin, el alharaqueo produjo que en estos momentos el caso este siendo investigado por el Departamento de Justicia, la SEC y hasta por el mismo congreso (a mediados de febrero los CEO’s de la trama están citados a declarar), ¿hubo manipulación?, ¿abuso de información entre insiders versus outsiders u otras conductas?, el filósofo John Rawls nos ilustraba en su célebre Teoría de la Justicia que esta última teoría es una parte, quizá las más significativa de la teoría de la elección racional pudiéndose concebir los principios de justicia como principios a ser escogidos por personas racionales, razón por la cual estos comportamientos bursátiles no debieran estar movidos por trasnochados motivos pasionales sino por el legítimo ánimo de lucro, y lucro especulativo, en muchos casos.
A buenas y a primeras no parecen haber criminales en los pizzeros quienes quizá se envalentonaron por el sugerente eslogan “Power to the Players”, pero eso será materia del tiempo, sólo sabemos que el caso ha marcado un precedente, de seguro sus resultados serán de interés mundial y en las aulas de ciencias económicas y jurídicas dará que hablar.
Por ahora solo seguiré pensando que Mario Bros 3 es el mejor juego de la historia, aunque con respecto a cómo se resuelva Gamestop o cual será el mejor (videojuego) de todos los tiempos…time will tell.
[1] Fintech es una palabra que resulta de la unión de dos términos en inglés, Finance y Technology (tecnología financiera), ofreciendo productos y servicios financieros en un entorno digital por medio de empresas o aplicaciones que utilizan la tecnología para su desarrollo y potenciación, empoderando al consumidor. González de Audicana Zorraquino, F. (2019). Las Fintech B2C: Análisis Práctico y Jurídico. Barcelona: Aferre Editor S.L.
* Francisco Arriagada Piña es abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, diplomado en la facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, ex profesor ayudante de Derecho Comercial de la primera casa de estudios y consultor independiente.