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La lección que nos deja el primer intento de “sandbox” del Banco Central de Chile

"Las areneras regulatorias son una forma internacionalmente reconocida de hacer frente a algunos de los desafíos de la innovación en el sistema financiero. Sin necesidad de una ley alambicada, el Banco Central busca establecer la primera arenera regulatoria de la historia de la regulación financiera en Chile, simplemente actuando dentro su mandato constitucional y haciendo uso del talento de sus equipos".

Por Rodrigo Mella *

La respuesta regulatoria a la innovación en el mundo financiero no depende de leyes complejas ni marcos jurídicos extensos. Ésta ha sido mi tesis durante los últimos años. El proceso legislativo es un proceso altamente burocrático y con escasa especialización. Por el contrario, la innovación financiera requiere de dinamismo, estrategias de largo plazo y un sólido conocimiento del mercado. Todas estas son características difíciles de encontrar incluso en los órganos legislativos más desarrollados. En este contexto, los reguladores sectoriales del sistema financiero (la Comisión para el Mercado Financiero y el Banco Central de Chile) son los llamados a regular e incentivar la innovación.

Los reguladores sectoriales cuentan con la expertise necesaria para hacer frente a este desafío. Entre sus abogados y economistas suman un cúmulo de prestigiosos grados académicos, gran parte de ellos provenientes de las mejores universidades de Chile y el extranjero. Sus equipos mantienen una constante interacción con organismos internacionales que guían la discusión sobre la materia. A lo que se suma la experiencia y conocimiento que poseen tras décadas de permanente y cercana relación con los actores del mercado. Todo esto apoya mi tesis y ayuda a expandirla un poco más. Para regular la innovación en el sistema financiero, no se necesitan leyes, sino reguladores sectoriales visionarios y capaces.

Rodrigo Mella Cáceres

Mi tesis no solo aplica a la innovación financiera y la regulación de las fintechs. También aplica a otros problemas que afectan al sistema financiero. En 2018 escribí en este mismo medio sobre ciberseguridad, a propósito del incidente que afectó al Banco de Chile en mayo de ese año. Y mi idea era exactamente la misma. La entonces reguladora sectorial de los bancos, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (hoy CMF) posee un mandato legal que le permitía actuar ante este tipo de fenómenos. Y así lo hizo en los años siguientes. Mediante adiciones a su Recopilación de Normas Actualizadas, la SBIF y la actual CMF han estrechado el cerco regulatorio para prevenir incidentes de ciberseguridad y mitigar su impacto en el sistema financiero. Una ley, en dicho caso, sería un aporte, pero no sería la bala de plata que soluciona todos los problemas. Más que mal, los hackers no se ven desincentivados de actuar por la mera existencia de una ley, por muy completa que sea.

Recientemente, el propio Banco Central reforzó mi idea al poner en consulta pública una norma que crea y regula las “Cámaras de Compensación para Pagos de Bajo Valor”. ¿De qué se trata la norma? En fácil, en un sistema de pagos donde múltiples participantes realizan operaciones de compra y venta entre sí, las cámaras de compensación reciben las operaciones y determinan el saldo neto de cada participante. Estas compañías son críticas para el funcionamiento del sistema financiero. Y en la actualidad ya funcionan para pagos de alto valor, pagos en moneda extranjera, pago de cheques y el uso de cajeros automáticos. Las nuevas cámaras de compensación para pagos de bajo valor permitirían, en palabras del propio Banco Central, que “diversas modalidades de pago, como aquellas que se pueden realizar directamente entre personas o empresas y a través de diferentes plataformas (smartphones, sistemas web y otros) [puedan] desarrollar sistemas de compensación acogiéndose a esta nueva regulación”. La eventual creación de esta pieza faltante de la infraestructura financiera es una excelente noticia en sí misma.

Sin embargo, el foco de atención para mi argumento es la incorporación en la norma en consulta de un mecanismo de “sandbox regulatorio” o “arenera regulatoria” denominado “proyectos experimentales” Una arenera regulatoria es un espacio seguro donde las compañías pueden probar sus productos, servicios y modelos de negocios innovadores, sin la imposición de todas las obligaciones normativas que comúnmente se aplican a los actores tradicionales del sistema financiero. En una cápsula de mi proyecto Escuela Finreg explico en mayor detalle de qué se tratan las areneras.

En la propuesta del Banco Central, nuevos actores podrán optar a convertirse en cámaras de compensación bajo un esquema de flexibilidad que les permitiría operar bajo criterios de proporcionalidad en los requerimientos aplicables a los actores tradicionales. Es decir, durante un periodo inicial, startups y compañías dedicadas a la tecnología financiera (“fintechs”) podrán optar a ser parte de la infraestructura crítica del sistema de pagos en Chile, cumpliendo requisitos básicos y proporcionales a su tamaño. 

La propuesta del Banco Central demuestra que mi tesis está más vigente que nunca. Las areneras regulatorias son una forma internacionalmente reconocida de hacer frente a algunos de los desafíos de la innovación en el sistema financiero. Sin necesidad de una ley alambicada, el Banco Central busca establecer la primera arenera regulatoria de la historia de la regulación financiera en Chile, simplemente actuando dentro su mandato constitucional y haciendo uso del talento de sus equipos. 

Todo esto es una buena lección para el mercado que pide soluciones regulatorias a los desafíos actuales. Y si mi tesis es cierta, es hora de que nos enfoquemos en lo que pueden hacer los reguladores y no poner todas nuestras esperanzas en los legisladores.

Rodrigo Mella Cáceres es abogado y Magister en derecho económico (2015) por la Universidad de Chile y Master of Laws por la New York University (2017). Es también profesor de derecho bancario y derecho comparado de la Universidad Alberto Hurtado, y autor del libro Derecho Bancario (Ed. Thomson Reuters, 2016).

Rodrigo Mella

Rodrigo Mella Cáceres es abogado y Magister en derecho económico (2015) de la Universidad de Chile y Master of Laws de la New York University (2017). Es también profesor de derecho bancario y derecho comparado de la Universidad Alberto Hurtado, y autor del libro Derecho Bancario (Ed. Thomson Reuters, 2016)

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