Columnas

¿Notarios y tecnología pueden trabajar juntos?

Por Daniel Errázuriz Silva, Gerente Comercial de GoFirmex*

Uno de los grandes desafíos de las empresas chilenas hoy no es vender más, sino moverse más rápido. En un contexto donde los negocios se definen en cuestión de horas, los procesos legales y notariales deben evolucionar. La digitalización de las firmas de documentos no es un lujo ni una moda: es la base de una economía ágil, segura y sustentable.

Desde GoFirmex, trabajamos cada día para que firmar un contrato, un mandato, una promesa de compraventa o una autorización legal pueda hacerse desde cualquier lugar y en cualquier momento, con total validez jurídica. Eso significa eficiencia operativa, ahorro de costos, reducción de tiempos y mejor experiencia para el cliente. Pero también significa sostenibilidad: menos papel, menos tinta, menos árboles cortados y menos litros de agua utilizados para fabricar insumos que ya no deberían ser necesarios.

Daniel Errázuriz Silva, Gerente Comercial de GoFirmex

Ahora bien, digitalizar no significa deshumanizar. Uno de los pilares de nuestro enfoque es que el notario debe seguir siendo una figura humana, que da fe, autoridad y solemnidad a los actos jurídicos. Una tarea tan delicada como certificar la voluntad de las partes no puede quedar en manos de una máquina. Lo que sí debe modernizarse es la notaría como institución. Con procesos seguros, validados por tecnología como blockchain, trazabilidad documental, y verificación de identidad remota, podemos reforzar la función notarial, no reemplazarla.

Además, muchos de los casos de fraude en trámites notariales, según registros judiciales, no han sido responsabilidad directa del Notario, sino de personal administrativo. Al digitalizar, no sólo aceleramos el proceso: también lo blindamos y lo hacemos más robusto.

Chile necesita profundizar su política de Estado en materia de gobierno digital. Eso implica integrar tecnología en cada eslabón del proceso legal y administrativo, sin perder de vista el rol esencial de los profesionales que le dan legitimidad al sistema. No se trata de elegir entre notarios o tecnología: se trata de trabajar con ambos como ejes complementarios de un país más moderno y confiable.

Si queremos que el país sea más competitivo, más transparente y más sostenible, necesitamos que los contratos puedan firmarse en línea, que las notarías puedan operar digitalmente; que la fe pública siga siendo ejercida con responsabilidad, pero con herramientas del siglo XXI.

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