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El mundo del trabajo en 20 años más. Una pequeña aproximación y reflexión personal.

El trabajo, tal como lo conocemos, cambiará por completo. ¿A dónde vamos? Entre miedo y esperanza, se abre un futuro lleno de posibilidades. Pero, pase lo que pase, no debemos perder de vista lo esencial: nuestra humanidad.

*Por Francisca Vial.

Lo que hoy conocemos está destinado a transformarse radicalmente. Los roles, las oficinas, e incluso nuestras nociones de productividad cambiarán de maneras que apenas podemos imaginar. ¿Cómo serán los trabajadores del futuro? Difícil decirlo con certeza, pero esto es lo que puedo intuir:

1. Trabajadores Autónomos Híbridos

“¡Hola! Mientras lees esto, estoy manejando mi Tesla y recogiendo a un pasajero de Uber. Pero eso no es todo: también estoy redactando un informe, respondiendo correos, editando un video y cerrando una negociación internacional… ¡todo en el trayecto! Y claro, en mis ratos libres, desarrollo una startup en el metaverso. ¡Multitasking al máximo!”

Reflexión: El trabajador híbrido es a la vez productor y producto. Su capacidad para hacer múltiples tareas plantea una cuestión esencial: ¿en qué punto el “hacer” eclipsa al “ser”? La productividad se fusiona con la identidad, lo que podría alienar al individuo de su propia humanidad, al convertir cada segundo en una oportunidad de generar valor, pero ¿qué sucede con el valor del ser humano en sí mismo?

Francisca Vial

2. Nómadas Digitales Sustentables

“¿Quién necesita oficina cuando el planeta entero es mi escritorio? Me encontrarás trabajando desde una playa en Fiji, mientras cultivo mi huerto de kale orgánico. Solo necesito mi notebook, internet satelital y sol para cargar mis dispositivos. ¡Así de sencillo!”

Reflexión: Parece encarnar la libertad absoluta. No es solo un estilo de vida, sino una reconfiguración de la relación entre hogar y trabajo, donde la estabilidad se entrelaza con la flexibilidad. Nace la pregunta: ¿es la evasión del hogar o la creación constante de nuevos hogares en cualquier rincón del mundo?

3. Trabajadores Multiconectados

“Mi oficina está donde yo quiera, gracias al metaverso. Solo me pongo mi traje virtual y puedo tener reuniones con dragones o tomar café con alienígenas sin salir de mi sofá. Lo único extraño: mi jefe a veces se convierte en un dinosaurio. ¿Quién le avisa que ya no es cool?”

Reflexión: La presencia del trabajador será simultáneamente física y etérea, permitiéndonos habitar múltiples dimensiones de realidad. El metaverso dejará de ser una herramienta de trabajo para convertirse en una extensión de nuestro ser. A medida que lo físico y lo digital fluyan en un solo espacio, nuestras decisiones, emociones y relaciones humanas estarán profundamente imbricadas en esta realidad híbrida. Pero, ¿cómo afectará esto a nuestra identidad?

4. Trabajadores con Bio-Mejoras

“¿Quieres ser más listo que todos? ¡Solo necesitas un implante! Mitad humano, mitad máquina, y 300% eficiente. Hoy hablo francés, mañana resuelvo ecuaciones complejas, y entre tanto, pinto como Da Vinci. ¿El único inconveniente? Pequeños virus en mi sistema… ¡de gente con malas intenciones!”

Reflexión: La evolución humana está tomando un rumbo inexplorado, donde la optimización tecnológica redefine lo que significa ser humano. Con cada implante, con cada mejora, nos acercamos más a una versión aumentada de nosotros mismos. Sin embargo, surge una pregunta inquietante: ¿qué queda de nuestra esencia como individuos cuando la mejora se convierte en la norma y lo “humano” en el error a corregir? ¿Nos estamos perfeccionando o eliminando aquello que nos hace únicos: nuestras limitaciones, errores y vulnerabilidades?

5. Líderes Éticos de la Automatización

“En un mundo lleno de robots, ¡alguien debe defender a los humanos! Mi misión: asegurarme de que las máquinas no tomen el control total. Mientras los robots lo hacen todo, yo les enseño a no olvidarse de nosotros. Fácil, ¿verdad? Solo tengo que convencer a un algoritmo de que la empatía es importante…”

Reflexión: Más pronto que tarde, tendremos que redefinir el lugar del ser humano en este nuevo orden tecnológico. No podemos convertirnos en meros espectadores y dejar un mundo en el que las decisiones no sean de nosotros, sino las máquinas. La clave está en permitir que la tecnología nos amplifique sin reemplazarnos. Que nos sirva sin esclavizarnos. El verdadero desafío para los líderes éticos será encontrar el equilibrio entre delegar en las máquinas y preservar lo que nos hace humanos: la capacidad de empatizar, de decidir con conciencia y de aprender del error.

6. Trabajadores Descentralizados

“¿Jerarquías? ¡Qué anticuado! Aquí manda el blockchain. No hay jefes, ni oficinas, ni horarios. Todo lo decide un algoritmo, y mi jefe es una serie de códigos inmutables, seguros, transparentes y descentralizados. Lo mejor: no recibo correos a las 3 AM pidiendo trabajo urgente, solo criptomonedas directo a mi billetera. ¡Así es el futuro!”

Reflexión: Al liberarnos de las jerarquías humanas, creamos nuevas formas de orden, más transparentes y colectivas, pero también impersonales, guiadas por la lógica matemática. En este ecosistema, el trabajador descentralizado se convierte en un co-creador de su entorno, pero a su vez, está subordinado a un sistema que le promete libertad a cambio de una adhesión total.

8. Artesanos Tecnológicos

“Sí, la tecnología lo domina todo, pero alguien tiene que construir, mantener y reparar los robots. En lugar de martillos y clavos, uso herramientas de alta precisión para ensamblar chips y circuitos. Mi taller no es como los de antes: está lleno de impresoras 3D y hologramas.”

Reflexión: El artesano tecnológico será quien habite la frontera entre lo humano y lo artificial. En un mundo dominado por máquinas, la innovación no será la automatización completa, sino la simbiosis entre lo humano y lo tecnológico. Aquí, la creatividad será el último bastión de la humanidad, donde las manos que manipulan circuitos y la mente que imagina nuevas realidades aún tendrán un lugar indispensable.

9. Agricultores Verticales

“Olvídate de los campos y los tractores. Ahora cultivo en altos edificios dentro de la ciudad, donde cada planta tiene su propio sensor que me avisa cuándo necesita agua o nutrientes. Con mi bata blanca y mis manos llenas de tierra, soy mitad agricultor, mitad científico. El futuro de la comida es local, eficiente y cultivado en estantes.”

Reflexión: Se podría transformar nuestra relación con la naturaleza. Al trasladar los cultivos a los edificios y gestionar la tierra con sensores, existe el riesgo de desconectarnos de los ciclos naturales, de la misma manera que nos acostumbramos a no ver las estrellas en las grandes ciudades.

¿Qué nos depara el futuro del trabajo?

El trabajo, tal como lo conocemos, cambiará por completo. ¿A dónde vamos? Entre miedo y esperanza, se abre un futuro lleno de posibilidades. Pero, pase lo que pase, no debemos perder de vista lo esencial: nuestra humanidad.

Quizás el futuro del trabajo no se trata de adaptarnos a las máquinas, sino de redefinir lo que significa ser humano en un entorno donde todo puede ser replicado, mejorado o reemplazado. La verdadera disrupción será mantenernos humanos en un mundo que lo exigirá cada vez menos.

*Francisca Vial, directora del área laboral de Eyzaguirre y Cía. Abogados. Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Chile. Magister en Derecho Laboral y Seguridad Social, Universidad Adolfo Ibáñez. Magister (c) en Filosofía Aplicada, Universidad de Los Andes.

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