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40 horas: reducir la jornada con responsabilidad

El proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a 40 horas volvió a estar en la agenda legislativa. En estos días se logró un acuerdo transversal de los parlamentarios que, en la Comisión de Trabajo del Senado, aprobaron por unanimidad el artículo principal que reduce la jornada de 45 a 40 horas semanales. Pero esto no basta, porque aún queda mucho para que esta modificación al Código del Trabajo se haga realidad.

Por: Rodrigo Valdivia*

El proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a 40 horas volvió a estar en la agenda legislativa. En estos días se logró un acuerdo transversal de los parlamentarios que, en la Comisión de Trabajo del Senado, aprobaron por unanimidad el artículo principal que reduce la jornada de 45 a 40 horas semanales. Pero esto no basta, porque aún queda mucho para que esta modificación al Código del Trabajo se haga realidad.

Reducir la jornada laboral fue una de las promesas de campaña de este gobierno y, de hecho, es uno de los proyectos que presentó la actual ministra vocera, Camila Vallejo, cuando era diputada.  Por eso, se le dio urgencia a su tramitación, pero con ajustes desde la cartera del Trabajo que buscan conciliar la visión entre la oposición y el oficialismo.

Desde la experiencia que nos da el contacto directo con trabajadores, creemos que es bueno que se avance en modificaciones que apuntan a la gradualidad, flexibilidad y adaptabilidad. Consideramos que es importante tener en cuenta la particularidad de cada rubro, para que el beneficio que se espera conseguir sea transversal y, de verdad, sea un aporte para mejorar la calidad de vida de las personas.

No es lo mismo trabajar cuarenta horas en la minería, en la industria o en el comercio. Por eso, es positivo que se estén proponiendo ajustes como los pensados para las trabajadoras de casa particular o para los choferes de la locomoción colectiva, porque leen la realidad de esos gremios.

Bajar la cantidad de tiempo efectivo en el trabajo va en línea con una tendencia mundial, sobre todo en países más desarrollados. Sin ir más lejos, en Chile hace un par de años atrás pasamos de 48 a 45 horas semanales. Y lo cierto es que los resultados fueron buenos, no hubo mayores inconvenientes, no bajó la productividad y los trabajadores, efectivamente, tuvieron más tiempo para otras actividades.

El acuerdo para reducir la jornada es transversal, pero no se puede perder de vista una cuestión clave: la salud mental de los trabajadores. No podemos permitir que esto redunde en otros problemas, como que al trabajar menos podría haber mayor presión para cumplir ciertas metas. Hay que evitar que eso tenga efectos colaterales que, lamentablemente, no se hablan mucho, pero tienen que ver, por ejemplo, con situaciones de acoso y con la gran cantidad de licencias por estrés laboral que existen.

Es importante tener una gradualidad y que se implementen las 40 horas en cinco años, es buena la adaptabilidad por rubro, pero es clave hacer todos los cambios con cuidado y responsabilidad.

No se puede desconocer que, el proyecto tiene un amplio apoyo y si se maneja de manera adecuada, va a ser una ley que puede impactar positivamente la vida de las personas. Esperemos que nuestros legisladores aúnen sus voluntades políticas para lograr que el texto final sea beneficioso tanto para empleadores como para sus trabajadores.

*Rodrigo Valdivia, abogado y socio de grupodefensa.cl

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