Columnas

Traducir el Derecho: Entre maceraciones, transfiguraciones y carnaciones

La traducción jurídica exige encontrar un delicado equilibrio entre la fidelidad al texto original y la funcionalidad en el idioma de destino.

Por *Carlos Opazo

Nicanor Parra, tras su traducción de El Rey Lear en 1991, reflexionó sobre la traducción como un proceso de adaptación que busca reducir la densidad del texto sin traicionar su esencia. Esta idea, aunque literaria, resulta plenamente aplicable a la traducción jurídica, donde la claridad no debe sacrificar la precisión normativa. En este contexto, exploraremos cómo la traducción del Derecho exige maceración, transfiguración y la evitación de “carnaciones”.

Maceración[1]: Simplificar sin perder el efecto jurídico

En los textos legales, las cláusulas limitativas (provisos) introducen excepciones o condiciones que complican los términos generales. Un ejemplo típico es el siguiente:

“Provided, however, that no indemnification may be made to or on behalf of any member, manager, or other person if a judgment or other final adjudication adverse to such member, manager, or other person.”

Esta cláusula presenta redundancias y un doble negativo que dificultan su comprensión. A través de la maceración, el abogado lo puede simplificar de la siguiente forma:

Traducción macerada: “No se concederá indemnización alguna a miembro, gerente u otra persona si un fallo definitivo resulta desfavorable para ellos.”

Esta versión suprime repeticiones sin alterar el efecto jurídico: la exclusión de la indemnización en caso de una sentencia adversa. La maceración, como en las cocinas rurales donde se macera la cebolla para suavizar su impacto, busca reducir la opacidad legal sin diluir el contenido normativo.

Transfiguración[2]: De la estructura pasiva a la activa

Las estructuras pasivas en documentos legales despersonalizan la acción, dotando al texto de formalidad y neutralidad. Un ejemplo sería el siguiente:

“The contract shall be deemed terminated upon acceptance of the declaration by the other party under the following condition.”

Esta construcción densa puede reformularse con una estructura activa:

Traducción transfigurada: “El contrato terminará una vez que la otra parte acepte la declaración bajo la siguiente condición.”

Con este cambio, el texto mantiene su precisión jurídica, pero mejora en fluidez y claridad, facilitando su comprensión sin perder formalidad.

Carlos Opazo Cortés

Carnaciones[3]: El peligro de la traducción literal

El concepto de “carnaciones”, acuñado por Parra, alude a errores que surgen por traducciones literales sin contexto. En el ámbito jurídico, estos errores se conocen como “falsos amigos”, generando distorsiones que afectan la precisión legal. Algunos ejemplos comunes son los siguientes:

  • Contractual remedies ® remedios contractuales
  • Consequential damages ® daños consecuenciales
  • Consideration ® consideración
  • Statute ® estatuto
  • Discharge ® descargar

Un ejemplo típico es el siguiente:

“Provided, however, that this agreement shall not become effective unless and until all parties have signed the document.”

Si se traduce literalmente:

Carnación literal: “Siempre que, sin embargo, este acuerdo no será efectivo a menos que y hasta que todas las partes lo hayan firmado.”

Esta versión introduce redundancia y ambigüedad innecesarias. Una traducción legal más clara sería la siguiente:

Traducción sin carnación: “Este acuerdo será efectivo una vez que todas las partes lo hayan firmado.”

La versión simplificada mantiene la condición suspensiva sin sacrificar precisión jurídica ni naturalidad.

Ideas finales: Traducción jurídica como equilibrio funcional

La traducción jurídica exige encontrar un delicado equilibrio entre la fidelidad al texto original y la funcionalidad en el idioma de destino. La maceración, la transfiguración y la evitación de carnaciones son estrategias esenciales para preservar tanto la claridad del mensaje como su efecto jurídico. Así como Parra logró adecuar a Shakespeare sin vulnerar su esencia, el abogado debe alcanzar una equivalencia funcional que mantenga la precisión normativa y la claridad del texto.

[1] La maceración, según Parra, consiste en reducir la densidad de un texto sin sacrificar su esencia, tal como “…se macera la cebolla en las cocinas del campo chileno para que no piquen tanto los ojos”. Parra traduce a Shakespeare. (2024). Uchile.cl. https://www.nicanorparra.uchile.cl/estudios/shakspeare.html

[2] Para Parra, la transfiguración consiste en transformar el texto de manera que mantenga su esencia, adaptándolo al idioma de llegada con su musicalidad y relevancia poética.

[3] El término “carnaciones”, acuñado por Nicanor Parra, hace referencia a errores conceptuales que surgen de traducciones literales sin considerar los contextos culturales del idioma original. “Carnaciones” proviene de un malentendido del término inglés carnation (clavel), a raíz de una obra teatral traducida al español, en la cual, para sorpresa del autor, una florista ofrecía constantemente “carnaciones” en escena. Parra traduce a Shakespeare. (2024). Uchile.cl. https://www.nicanorparra.uchile.cl/estudios/shakspeare.html

 

*Carlos Opazo, Asociado Senior de Valiant y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Chile.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close
Close