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El Poder Judicial y su laberíntica web

"Algunas de sus grandes falencias: no es lo que se conoce en software como 'amigable'; no es intuitivo; crece y crece como un elefante que engorda sin parar, con nueva información, pero inorgánica. Y es, sin lugar a dudas, feo. Muy feo"

Según la 10ª versión del informe elaborado por el CEJA, Chile lideraba en 2017 el índice de accesibilidad a la información judicial en internet a nivel latinoamericano.

“La relevancia de la transparencia, como un ejercicio activo por parte de la institucionalidad pública, se ha vuelto una necesidad innegable y exigida.
La crisis de legitimidad, la falta de gobernanza y la cuestionada clase política son causas y síntomas de un modelo que hoy más que nunca requiere modernizarse y hacer uso de todos los medios para dar cabida a una ciudadanía empoderada y demandante”, se leía.

En 2014, de los 34 países miembros de la OEA, de acuerdo a las 10 categorías que se evaluaban, Chile aparecía en primer lugar, con un 95,61%, antes que Canadá (Nº2), México (Nº6), Estados Unidos (Nº8), Perú (Nº14) o Colombia (Nº16).

Y si bien es cierto que la Corte Suprema ha destacado que la Dirección de Comunicaciones focalizó su trabajo en el uso de algunas herramientas de mayor alcance, internas y externas, potenciando el uso de redes sociales, y que ello se reflejó en casi 78 mil seguidores en Twitter, 96 mil fans en Facebook, y poco más de 15 mil suscriptores en el
Canal de Youtube del Poder Judicial, sin contar que, además, la página Poderjudicialtv.cl fue visitada más de 1.120.000 veces y las conexiones durante transmisiones en vivo aumentaron en un 200%, el sito web del Poder Judicial en sí mismo es engorroso, difícil de acceder y es muy difícil encontrar la información que se busca, a menos que se trate de alguien con mucha experiencia en su navegación.

¿Por qué se gana premios internacionales, pero los usuarios son sumamente críticos? Porque eventualmente cumple con los estándares que se exigen en este tipo de mediciones, pero he aquí algunas de sus grandes falencias:
– no es lo que se conoce en software como “amigable”
– no es intuitivo
– crece y crece como un elefante que engorda sin parar, con nueva información, pero inorgánica
– es, sin lugar a dudas, feo

¿Y por qué podría importarnos que sea feo?
– porque la gráfica que nos es cercana y conocida está dada por nuestros celulares, el avisaje que nos llega, o por nuestro propios sitios web, que van evolucionando y muy rápidamente
– porque ya no basta hacer las cosas como los abogados creemos que son correctas. Hoy, lo que para nosotros es parámetro está dado por Netflix, por los videojuegos, por los blogs de restaurantes, por los sitios de las agencias de publicidad y comunicaciones.

Es ese el estándar base que necesitamos y no un monstruo laberíntico que crece y crece, donde pocos encuentran lo que necesitan e incluso pagan por información a la que podrían acceder gratis, si supieran cómo.

Y también necesitamos un diseño que integre inteligencia de navegación con belleza.

No será una tarea rápida, pero es abordable. Asegúrense de contratar a los mejores.

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