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ERNC y sustentabilidad como una vía para afrontar un futuro incierto

"El potenciamiento de la autogeneración energética, ya permitida a partir de las Ley de Net Metering, es clave tanto para evitar la pobreza energética como para lograr un sistema de generación distribuida que hace más económico, solidario y seguro el aprovisionamiento eléctrico".

Por Patricio Cury Pastene *

Chile ha efectuado un tránsito particularmente veloz y prometedor hacia las energías renovables no convencionales, especialmente en lo referido a la energía solar y eólica. En paralelo, y en especial, desde el fallo de “Castilla”, por parte de la Corte Suprema de justicia, de Chile, las plantas energéticas termoeléctricas, han cesado en su construcción, e incluso, ya se planifica su cierre en un plazo acotado de tiempo.

Parecería que el escenario para las ERNC, es promisorio y sin grandes obstáculos, considerando, por una parte, la mayor adherencia y legitimidad que goza en la población, la opinión pública y las comunidades locales, por su menor impacto ambiental, y por otro lado, la menor tasa de judicialización y su consecuente riesgo de paralización, comparados con los proyectos termoeléctricos.

Patricio Cury

Sin embargo, las ERNC, son mucho más que la energía solar y eólica, las cuales, pese a sus innegables beneficios tienen como inconveniente, su intermitencia, lo cual nos lleva necesariamente a depender de otras fuentes de alimentación energética, de suministro constante. Este es el gran argumento en favor de las plantas termoeléctricas o a las centrales hídricas, ambas con gran oposición en la opinión pública. De esta forma ha surgido un creciente movimiento que aboga entusiastamente, por el “hidrógeno verde” o el “Hidrógeno azul”, ambas tecnologías conocidas, pero experimentales en su uso y que suponen una completa reingeniería de los procesos energéticos, de tipo gasístico.

Así, problemas como la gestión de residuos urbanos, mejoras en los combustibles, pobreza energética, seguridad y estabilidad de la red eléctrica, y sobre todo, sequía y agotamiento de las cuencas hidrográficas, quedan de lado, centrándose en los puntos ya señalados.

Llama la atención, que los sistemas geotérmicos de generación eléctrica, constituyan un exotismo, pese a contar con normas que permiten su instalación, y que pueden  servir de apoyo constante a la generación Eólica y solar más aún contando con altos niveles de experticia en prospección geológica. Esta carencia será objeto de pesquisa, así como el silencio u omisión sobre esta forma de generación energética, contrastado con a la generación térmica.

Por lo ya dicho, se hace indispensable ampliar la mirada  acerca de las ERNC, aplicando los 17 objetivos de desarrollo sostenible, de forma tal de solucionar, el endémico problema – tanto medioambiental como de potencial corrupción – asociado a la licitación y operatoria de  los vertederos municipales, por medio de la implementación de plantas “Waste to energy”, en paralelo con el uso de generación  energética a partir de biomasa. 

Además, el potenciamiento de la autogeneración energética, ya permitida a partir de las Ley de Net Metering, es clave tanto para evitar la pobreza energética como para lograr un sistema de generación distribuida que hace más económico, solidario y seguro el aprovisionamiento eléctrico. Sin embargo ello requiere zanjar desde ya, el problema de la propiedad e instalación de los medidores “inteligentes” y crear incentivos para la generación distribuida, que compitan con la creciente tendencia a agregar demanda energética, para lograr suministro eléctrico como cliente libre. 

A su vez, los biocombustibles, también pasan a ocupar un rol clave en la sostenibilidad global del país, ya que, por una parte contando con inmensas reservas de biomasa forestal y de no poca disponibilidad de residuos orgánicos, el procesamiento de estos desechos, impacta, en disminuir riesgos de incendios forestales, y además en la sustitución y uso de combustible fósil. Ello implica, necesariamente, regular el estatuto de estos combustibles, para su uso por usuarios finales, tanto transportistas como particulares, sin perjuicio de su uso en generación eléctrica.

Finalmente, y no menos importante, es la necesidad de producción de agua dulce, en un escenario de sequía, prácticamente permanente. La vinculación de energías ERNC, a la producción de agua por desalación, es clave, no solo para el consumo humano y la seguridad alimentaria, por medio de almacenamiento en embalses, sino que, es vital, para revitalizar las moribundas cuencas hidrográficas, sobre exigidas  por la falta de lluvias, y que  también podrían – y deberían – ser enfáticamente consideradas como una  fuente de ERNC, tales como centrales mini hidro de pasada, que en el actual estado de cosas son, prácticamente, inviables de operar. 

De esta forma, es que con una mirada global, más amplia, el rol de las ERNC, va más allá de la descarbonización de la matriz energética, sino que pasa a ser esencial para un crecimiento sostenible.

* Patricio Cury Pastene es Abogado, Licenciado en Derecho por la Universidad de Valparaíso y Master en derecho por la Universitat de Barcelona. Ejerce además como mediador y Defensor Público.

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