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El derecho a la felicidad

Vivir feliz en la industria legal parece utópico. Después de todo, el trabajo de un abogado implica frecuentemente lidiar con situaciones conflictivas, resolver problemas complejos y tomar decisiones difíciles y criteriosas en horarios extensos, bajo mucha presión y siempre pensando a largo plazo. La incomprensión, frustración y soledad son sentimientos recurrentes.

Por: Carola Cifuentes Larios*

Vivir feliz en la industria legal parece utópico. Después de todo, el trabajo de un abogado implica frecuentemente lidiar con situaciones conflictivas, resolver problemas complejos y tomar decisiones difíciles y criteriosas en horarios extensos, bajo mucha presión y siempre pensando a largo plazo. La incomprensión, frustración y soledad son sentimientos recurrentes. Para qué decir el estrés y la ansiedad…

Carola Cifuentes

En el Día Internacional de la Felicidad todos tenemos derecho a buscarla, y qué mejor que partir por quienes defienden y protegen los derechos de los demás. Como coach, l@s abogad@s me manifiestan que les es fácil prepararse para estar a la altura de sus propias expectativas intelectuales; sin embargo, lo que les resulta más difícil es descubrir más profundamente cuándo y cómo se debe hacer una pausa e invertir con el objetivo de evolucionar como personas. Y bueno, la respuesta es sencilla pero no fácil, porque para eso se necesita lidiar con nuestro ego. Confiar en la intuición y conectarnos con nosotros mismos para sentirnos más felices.

En el Estudio de Felicidad 2022 de IPSOS, sólo el 53% de los chilenos se considera feliz. ¿Cuántos de ellos serán abogad@s? Teniendo en cuenta que estamos diseñados para el cambio, podríamos decir que hoy, de alguna manera, estamos mejorando o empeorando. Es como una curva donde una variable son nuestros talentos y la otra el tiempo. ¿Qué pasa con nuestro desarrollo y potencial? ¿Qué relación tiene esto con nuestra felicidad? A mi modo de ver, mucha. Porque vivir con motivación y propósito representa nuestra generosidad hacia los demás y más relevante aún, nos lo debemos a nosotros mismos. Afinar nuestras expectativas a nuestra estrategia de vida, priorizando y despejando la cancha para definir metas junto con compartir con las personas a nuestro alrededor desarrollando nuestros talentos sin duda van a ayudarnos a sentirnos mejor y tener una dirección más clara hacia nuestra propia felicidad.

Dicen que lo mejor es disfrutar del buen vivir; comer bien, dormir bien, compartir con gente positiva y hacer un buen uso de nuestro tiempo dejando espacios para nuestra familia y amigos. De hecho, los autores del libro “Una buena vida” de Harvard muestran los resultados del estudio más largos de la historia sobre felicidad. Dr. Robert Waldinger y Dr. Marc Schulz investigaron a lo largo de 80 años a más de 700 personas con cuestionarios, entrevistas, exámenes de sangre y análisis de ADN. A pesar de lo que todos buscan, el resultado de la felicidad no tuvo tanto que ver con el éxito profesional ni con el dinero, sino con la calidad de las relaciones. Incluso comprobaron que en la vejez las aptitudes cerebrales declinan más lento que aquellos que viven más solos. O sea, la conexión lo es todo, relación con los equipos de trabajo, con la familia, amigos, con la comunidad. Una relación de buena calidad significa que te sientes seguro y puedes ser tú mismo. Y si tuviéramos la fortuna de elegir rodearnos de personas con una actitud positiva ante la vida, en cierta forma, nos contagiamos de esa misma energía. Hacemos sinergia. Somos capaces de ver el mundo y todo los que nos rodea de una forma diferente y nuestros deseos de vivir y ser felices aumentan. Es cierto que el éxito profesional y el dinero aumentan la percepción de felicidad hasta cierto nivel. Si recordamos la pirámide de Maslow después de satisfacer nuestras necesidades fisiológicas y de seguridad vienen necesidades más elevadas como las sociales donde pertenecemos a un grupo social, familia, amigos, pareja, compañeros del trabajo; las necesidades de estima y reconocimiento y las más altas que son las de autorrealización. Este quinto nivel es la sensación de haber llegado al éxito personal donde sin duda el desarrollo de nuestros talentos juegan un rol clave. Abogad@s, ustedes también tienen derecho a ser felices. Relaciones de calidad y desarrollo de sus talentos. Eso es todo.

*Carola Cifuentes Larios Coach y Periodista

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