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NTJ: la iniciativa de la OCDE en detalle

Una de las iniciativas del paquete BEPS son las actividades sustanciales en jurisdicciones fiscales nulas o sólo nominales (NTJ, por sus siglas en inglés), también conocidas como sustancia económica, que se incluyen dentro de la Acción 5. NTJ es utilizado generalmente por los sistemas de las jurisdicciones identificadas por la OCDE como jurisdicciones de baja o nula tributación.

Por: David Olenzak* 

Las iniciativas BEPS de la OCDE pretenden abordar el problema de la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, que permite a los ricos, los poderosos y las empresas eludir el pago de su parte íntegra de impuestos a través de cuentas en paraísos fiscales y empresas ficticias.

Se calcula que la pérdida anual de ingresos en todo el mundo debido a las prácticas de erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS) ronda los 100.000-240.000 millones de dólares, lo que equivale al 4-10% de los ingresos mundiales del impuesto de sociedades. Para hacer frente a este problema, la OCDE ha desarrollado el paquete BEPS, que consta de 15 acciones que dan a los gobiernos las herramientas para prevenir la elusión fiscal a nivel nacional e internacional.

David Olenzak

Las empresas constituidas en una de estas jurisdicciones deben comunicar cierta información a su autoridad fiscal local, como por ejemplo si son un holding intelectual o si participan en actividades de gran movilidad. La autoridad fiscal decide entonces si es necesario informar a los países del beneficiario final o no. El objetivo de NTJ es identificar si las empresas se están estableciendo en jurisdicciones sin impuestos o con impuestos nominales únicamente para reducir su carga fiscal.

En el informe de la OCDE de 1998 “Harmful Tax Competition: An Emerging Global Issue” se establecieron cuatro factores claves para identificar los paraísos fiscales:

  1. Sin impuestos o sólo impuestos nominales,
  2. Falta de intercambio efectivo de información,
  3. Falta de transparencia, y
  4. Sin actividades sustanciales.

Actualmente, hay 12 jurisdicciones catalogadas como no o sólo nominales: Anguila, Bahamas, Bahrein, Barbados, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Guernesey, Isla de Man, Jersey, Islas Turcas y Caicos y Emiratos Árabes Unidos.

Las empresas de estas jurisdicciones suelen pertenecer a dos categorías: propiedad intelectual y actividades de gran movilidad. Por ejemplo, las empresas pueden conceder licencias de propiedad intelectual a una empresa offshore en una jurisdicción sin impuestos o con impuestos nominales, lo que significa que los derechos de licencia o regalías se pagarán a esa empresa offshore, evitando los impuestos en el país de origen de la corporación o el individuo que es el beneficiario final de la propiedad. Del mismo modo, las empresas pueden trasladar algunas de sus actividades de alta movilidad a una jurisdicción de baja o nula tributación para evitar impuestos.

Sin embargo, NTJ presenta algunos problemas:

  • Requiere una buena cantidad de información, incluida una prueba de sustancia económica, una prueba de gestión, la validación de la propiedad intelectual e información básica sobre los ingresos y los empleados. Los términos “adecuado” y “suficiente”, poco precisos e indefinidos, también plantean problemas.
  • La carga de recopilar y evaluar información para NTJ puede ser demasiado elevada para las empresas y las autoridades fiscales.
  • Se pueden utilizar algunas lagunas jurídicas para eludir algunas de estas pruebas de sustancia económica, impidiendo que se intercambie información y que la estructura de propiedad real llegue a las autoridades fiscales en algunas de las jurisdicciones más gravadas.

Hay dos estrategias que pueden ayudar a cumplir con NTJ. Una de ellas consiste en facilitar formularios anuales de sustancia económica y recopilar toda la información necesaria cada año para detectar cualquier cambio en las circunstancias. Sin embargo, esto crea un cuello de botella para que la autoridad fiscal procese, evalúe e intercambie esa información, especialmente con muchas empresas constituidas en estas jurisdicciones.

Otra estrategia consiste en recopilar esa información una vez, exigiendo a las empresas que la revisen y actualicen sólo si cambian las circunstancias. Esta estrategia puede reducir la carga que supone para la autoridad fiscal tener que evaluar cada año. Aun así, abre la posibilidad de que un cambio de circunstancias no se registre y quede registrado, y algunas empresas que necesitan ser intercambiadas pueden pasar desapercibidas.

La OCDE debe mejorar la iniciativa NTJ replanteándose su enfoque, elaborando mejores definiciones y facilitando la notificación y el intercambio de información en todos los ámbitos. Para mejorar, la OCDE puede hablar tanto con las jurisdicciones receptoras como con las declarantes, agilizar el proceso de declaración y comprobar si hay solapamientos con otras iniciativas como CRS. Mientras tanto, empresas como Trans World Compliance trabajan para ayudar a las autoridades fiscales a aplicar la iniciativa NTJ mediante sistemas automatizados como TACS.

Aunque la iniciativa NTJ podría ser mejor, es un paso en la dirección correcta hacia un sistema fiscal más justo y equitativo en el que todos paguen lo que les corresponde. Con continuos esfuerzos y mejoras, podría convertirse en una herramienta eficaz en la lucha contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios.

*David Olenzak tiene más de 35 años de experiencia en tecnología y gestión de empresas a lo largo de todo el ciclo de vida del negocio, incluyendo estrategia, desarrollo, operaciones diarias y adquisiciones. David es un gestor práctico y es el principal experto de Trans World Compliance en la materia de las normas y reglamentos CRS y FATCA y es el arquitecto del sistema CRS/FATCA One.

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