Quiebra del SVB, inversiones fuera de Chile y lecciones

Por: Eduardo Correa*

El impacto financiero de la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) planteó dudas respecto a los efectos que puede generar, no solo en el mercado norteamericano, sino también en Chile. Recordemos que Florida y Texas se han convertido en importantes destinos de inversiones chilenas en el rubro inmobiliario y que la quiebra que afecta a SVB puede tener repercusiones en los créditos hipotecarios, muy sensibles a los colapsos bancarios.

La quiebra del SVB se produjo principalmente por su alta exposición en empresas de tecnología, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de la banca, que tiene un portafolio diversificado, antecedente que, en principio, permite descartar un colapso masivo del sistema financiero (es una situación, sin embargo, que se debe continuar monitoreando). Por otra parte, los reguladores estadounidenses reaccionaron rápidamente, garantizando a los clientes del banco sus depósitos, lo que ha logrado calmar al mercado.

Los dos antecedentes descritos permiten seguir mirando las inversiones chilenas en Estados Unidos con cierto optimismo, a pesar del enfriamiento del mercado inmobiliario ocurrido en 2022 producto de las alzas globales de las tasas de interés, que encarecieron los créditos hipotecarios, puesto que en algunos estados, entre ellos Florida, la situación es distinta. En efecto, en dicho Estado existe una creciente demanda de viviendas que mantiene altos los precios, en un escenario en que, además, el inventario existente de unidades disponibles para la venta permanece bajo. En este sentido, el ingreso de proyectos de construcción de viviendas nuevas no logra absorber la demanda y los plazos de entrega de los desarrollos existentes son largos, por lo que no se visualiza un alza significativa en la oferta.

Las razones de este escenario son tanto económicas como políticas: Florida se ha convertido en un destino muy popular de inmigración. Prueba de lo anterior es que en 2022 recibió 318.855 nuevos migrantes provenientes de otros estados, convirtiéndose en el primero de EE.UU. en volumen de migración, lo que se suma al elevado ingreso de migrantes extranjeros, principalmente de Latinoamérica, el que ha aumentado desde 2021. Todo lo anterior se ha visto favorecido por el alto nivel de empleabilidad existente a pesar de los fantasmas de recesión que afecta a Estados Unidos.

Por otra parte, los inversionistas norteamericanos de activos inmobiliarios en estados con precios más elevados prefieren Florida como foco de inversión. El precio promedio de una propiedad en otros estados es considerablemente más alto, por lo que invertir en Florida es atractivo. Además, existe liquidez suficiente en un porcentaje relevante de los inversionistas para hacer ofertas en efectivo, quienes no se ven influidos por las alzas de las tasas de interés.

En el caso de los inversionistas extranjeros que requieren financiamiento, especialmente los latinoamericanos, acceden en Florida a tasas de interés más bajas que en sus países de origen. Una tasa de 5% o 6% anual nominal sigue siendo accesible, lo que sumado a la estabilidad política y seguridad jurídica, convierte a Florida en un destino muy atractivo para ellos.

Finalmente, Florida cuenta con un entorno fiscal atractivo en comparación con otros estados (exención del impuesto a las personas sobre la renta estatal y bajos impuestos a las compañías), todas razones que han impulsado fuertemente la inversión.

De todo esto Chile podría sacar importantes lecciones ante las nuevas reformas que pretende implementar en 2023: ser destino de capitales extranjeros exige un contexto de fomento al empleo, el ahorro y la inversión y normas que garanticen la seguridad jurídica y la estabilidad política.

*Eduardo Correa, Socio, Guerrero & Cía Abogados