Academia
Convenio de investigación académica compliance Universidad de Talca – Prelafit Compliance®
Ambas instituciones firmaron un inédito convenio de colaboración que permitirá aunar recursos y capacidades para desarrollar materias de interés común, entre ellas, investigación en materia de compliance corporativo, difusión de buenas prácticas y actividades académicas.
La directora del Campus Santiago de la Universidad de Talca, profesora Patricia Rodríguez y el socio de Prelafit Compliance®, abogado Rodrigo Reyes Duarte, firmaron un inédito convenio de colaboración que permitirá aunar recursos y capacidades para desarrollar materias de interés común, entre ellas, investigación en materia de compliance corporativo, difusión de buenas prácticas y actividades académicas.
En la ocasión estuvieron presentes el señor rector de la Universidad de Talca, Carlos Torres; el director del Centro de Estudios Penales, Osvaldo Artaza, el coordinador de Extensión Luciano Rojas, ambos de Universidad de Talca, y el socio de Prelafit Compliance® Víctor Ossa.
El Convenio facilita el vínculo de oficiales de cumplimiento de grandes empresas que trabajan con Prelafit con destacados académicos que desarrollan investigación académica con miras a mejorar la eficacia de los programas de compliance y comportamiento de los colaboradores y ejecutivos.
Esto significará una ventaja evidente de las empresas que trabajan con Prelafit, ya que accederán a las mejores y más efectivas prácticas, respaldadas por investigación académica de primer nivel.
Por su parte, Universidad de Talca transferirá a la comunidad el conocimiento generado por sus investigaciones.
El profesor Osvaldo Artaza, doctor en derecho y director del Centro de Estudios Penales de Universidad de Talca, señaló “Esto podría ayudar a aislar ciertos indicadores comunes de transacciones potencialmente corruptas y mejorar los controles habituales o alinear más efectivamente los comportamientos de los empleados”.
Víctor Ossa, ingeniero civil y socio de Prelafit Compliance® señaló “sabemos que los recursos de las empresas siempre son finitos y la inversión en un programa de compliance representa una opción de asignación de recursos. Debemos comprobar con evidencia qué es lo que funciona más y qué es lo que funciona menos en materia de buenas prácticas corporativas. Los estudios que podamos desarrollar en conjunto serán de gran utilidad para la mejora continua de los programas de compliance en Chile y en la región”.
