Medios de Pago y Consumidores: Los dilemas del nuevo dinero

*Por Lucas Del Villar y Cristián Reyes Cid.

La sentencia de la Corte Suprema sobre los medios de pago con tarjeta en el comercio minorista no solo ha resuelto diversos temas relevantes para las marcas de tarjetas, emisores, adquirentes, procesadores y comercios (aceptación universal de tarjetas; precios iguales, independiente del medio de pago utilizado; legitimidad del pago a comercios en el exterior, etc.), sino ha provocado –además– una reflexión crucial sobre la libertad de elección del consumidor al momento de pagar y la necesidad de un marco jurídico actualizado que refleje las realidades del pago digital.

Desde 1971, la normativa ha obligado a los comercios a aceptar pagos en efectivo, una obligación que, a pesar de su antigüedad, no se cumple en su totalidad. Por otro lado, la incertidumbre en torno al pago con tarjetas ha persistido durante casi dos décadas, debido a ciertos vacíos regulatorios, lo que no ha resuelto -hasta ahora- aspectos tan relevantes como qué tarjetas pueden ser restringidas por los comercios o si los adicionales de los medios de pago deben ser trasladados al cliente final.

La discusión sobre la Ley Pro Consumidor en 2021, que permitió aplicar descuentos con ciertos medios de pago relacionados al retail, evidenció la necesidad de una regulación más precisa y uniforme que proteja los derechos del consumidor, pero sin coartar la competencia entre distintos proveedores.

El crecimiento exponencial de las tarjetas de prepago no bancarias, según datos de la CMF, refleja la evolución hacia un ecosistema de pagos más diversificado y digitalizado. Sin embargo, esta transformación también plantea desafíos, especialmente en lo que respecta a la información al consumidor de las características del producto, la posibilidad de pagos parciales en algunos casos y la combinación de diferentes medios de pago bajo una misma marca comercial o aplicación.

Es fundamental reconocer que los medios de pago digitales, como las tarjetas, las transferencias electrónicas e incluso los criptoactivos, no sólo compiten con el efectivo, sino que ofrecen ventajas adicionales en términos de comodidad, rapidez, seguridad, beneficios y gestión financiera. En este contexto, la regulación debiera adaptarse de manera más eficaz a las cambiantes preferencias y comportamientos de los consumidores en el entorno digital, garantizando así su derecho a la libre elección y evitando cualquier forma de discriminación arbitraria, de modo que no sean los tribunales de justicia los que deban llenar este vacío.

En otras palabras, la regulación de los medios de pago debe evolucionar de manera oportuna para reflejar la realidad del comercio electrónico y proteger los derechos de los consumidores en un entorno cada vez más digitalizado. Es necesario un enfoque integral que promueva la innovación, la inclusión financiera y fomente la competencia, al tiempo que asegure la transparencia y la igualdad de condiciones para todos los actores del mercado. Así, todos ganamos.

Lucas Del Villar, socio de Aninat Abogados | Cristián Reyes Cid, senior counsel Aninat Abogados.