Nace la Asociación Nacional de Abogados de Familia (ANAF): Un hito para la justicia familiar en Chile.

Un compromiso con la excelencia y la ética profesional.

La creación de la ANAF marca un punto de inflexión para quienes ejercen el derecho de familia en Chile, al establecer una entidad que busca dignificar y profesionalizar esta rama del derecho. Sus objetivos principales, establecidos en sus estatutos, son variados y ambiciosos. La asociación se ha propuesto fomentar la excelencia en el ejercicio de la abogacía, promoviendo estándares éticos y de calidad, así como representar y defender los intereses de sus miembros ante organismos públicos y privados.

Además, la ANAF impulsará la formación continua y especializada de sus asociados, organizando seminarios, congresos y otras actividades que contribuyan al desarrollo profesional. Otro de sus fines es facilitar el intercambio de conocimientos y buenas prácticas entre sus miembros, lo que fomentará la colaboración y el trabajo en red a nivel nacional.

Uno de los pilares de la asociación es su compromiso con la sociedad. La ANAF buscará impulsar reformas legales y jurisprudenciales que fortalezcan el sistema de justicia en materia de familia, aportando la experiencia de sus profesionales. Un fin de gran relevancia es su intención de «aportar socialmente mediante la defensa, representación y/o asesoría legal a personas y grupos vulnerables o de escasos recursos en materias de familia».

Para cimentar su compromiso con la excelencia y la probidad, la ANAF ha elaborado un Código de Ética Profesional de observancia obligatoria para todos sus asociados. Este documento, que complementa las normas del Colegio de Abogados de Chile, establece principios fundamentales que rigen la actuación del abogado de familia. Entre ellos destacan el Interés Superior del Niño, que obliga al profesional a velar por que sus acciones no comprometan gravemente los derechos de los menores; la Confidencialidad Reforzada, dada la naturaleza íntima de los asuntos familiares; la Imparcialidad y Objetividad; la Dignidad de la Familia; y la Transparencia Económica.

El código también detalla deberes específicos, como el de Información Especial hacia los clientes, promoviendo soluciones que preserven las relaciones familiares, y el de Respeto y Cordialidad con la contraparte y su abogado. Se establecen prohibiciones expresas, como la de «promover litigios innecesarios o prolongar artificialmente los procesos» o «utilizar a los NNA como instrumentos de presión».

Primera Directiva y un mensaje inaugural.

Durante la sesión constitutiva, se nombró a la primera directiva, que estará en el cargo por un período de seis meses. La presidenta de la ANAF es Alejandra Mercado Collao, acompañada por las vicepresidentas Francisca Rosselot Mora y Marianela Villarroel Villalón. Como secretaria se designó a Verónica Riveros Butorovic y como tesorero a Gonzalo Pérez Prosser.

La jornada inaugural contó con un mensaje inaugural del destacado académico Dr. Rodrigo Barcia Lehmann, quien además figura como fundador de la ANAF. Su discurso subrayó la importancia de la asociación para el futuro de la justicia familiar en el país, destacando el rol crucial que tendrán los abogados en la protección de los derechos de la familia, especialmente en un contexto social en constante cambio.

La ANAF representa un paso decisivo hacia la profesionalización y la especialización en una de las áreas más sensibles del derecho. Con una directiva comprometida y un código de ética sólido, la asociación se posiciona como una voz autorizada y un referente técnico en materia de familia, con el objetivo de contribuir a una justicia más humana y eficiente para todos los ciudadanos.

Para más información: @anaf_chile