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Algunos problemas comunes en la traducción legal

Traducir legalmente un texto puede parecer simple a primera vista, pero es un desafío crucial, especialmente cuando el resultado puede afectar directamente el resultado de negocios o transacciones.

Por: Carlos Opazo Cortés*

A primeras, no es muy descabellado sostener que traducir legalmente algo ya es de suyo un problema y un problema más habitual de lo que uno se imagina.

Sin embargo, este problema – a ratos doméstico para algunos – se acrecienta cuando sus alcances tienen incidencia directa en el outcome de un negocio, operación comercial o, en definitiva, en comunicar eficazmente el sentido de un texto legal (llámese contrato, licitación, MoU).

Ahondemos un poco más en este curioso pero latente problema.

¿Quién puede traducir legalmente un texto?

Carlos Opazo Cortés

En principio, cualquier persona es libre de traducir y de traducir legalmente cualquier texto, idea o iniciativa que le parezca conveniente. Al final, la libertad es libre.

Con todo, lo más recomendable es que ante la recurrente necesidad de traducir legalmente textos, esta labor sea realizada por abogados traductores legales.

Una primera respuesta básica y hasta campesina – pero no por ello menos cierta y sabia – responde a una verdad irrefutable: Pastelero a tus pasteles o en su versión equivalente en el inglés cobbler, keep to your last.

Más allá de esta simple retórica, lo importante es aterrizar en métodos concretos y sustento jurídico la forma en que se desarrollará la traducción legal.

A continuación, te indicamos algunos problemas comunes que inciden directamente en la transferencia efectiva de conceptos jurídicos en la traducción legal.

  1. Traducción Literal:

La traducción literal o también metafrásica es un tipo de traducción limitada que traduce de un idioma a otro sin variar su contenido, continente o forma. Dicho de otra forma, se trata de la traducción de “palabra por palabra”.

En la traducción legal es un riesgo permanente y lamentablemente una práctica común en abogados que traducen conceptos jurídicos.

El riesgo es latente y hasta evidente, básicamente porque el continente, esto es, la literalidad de las palabras y frases no son aptas para comunicar y transferir eficazmente conceptos jurídicos al destinatario/cliente.

Acá, te dejamos algunos de los ejemplos más comunes que se ven en el ámbito de la traducción legal:

Concepto Traducción Literal Traducción Sugerida
Debtor-in-possession (DIP) Deudor en posesión (DEP) Debtor-in-possession (DIP)
Government securities Seguridades del gobierno Efectos públicos
Joint ownership schemes Esquema de propiedad conjuntos Comunidades
Letters of credit Cartas de crédito Acreditivos
Administrative appeal for reconsideration Recurso administrativo de reconsideración Recurso de reposición administrativa

 

A.1. ¿Qué hacer en estos casos?

De acuerdo con los criterios de equivalencia funcional1En otras palabras, se trata de una traducción contextual que, sacrificando la literalidad y orden original del texto, logra comunicar eficazmente o de formas más cercana la(s) idea(s) del texto original. sugeridos por Šarčević (2000), el abogado traductor legal deberá ponderar conforme a la (i) estructura, (ii) la clasificación, (iii) el ámbito de aplicación y (iv) los efectos jurídicos deseados al momento de aplicar el equivalente funcional desarrollado y así salir del difícil terreno llamado literalidad.

  1. Falsos Amigos o Calco:

Cuando hablamos de falsos amigos no necesariamente nos referimos a personas subsumidas en manifiesta hipocresía o en actitudes poco nobles o bien en supuestos oportunistas.

En el ámbito de la traducción legal se refiere a palabras que, sin perjuicio de tener orígenes idiomáticos distintos, se parecen en lo que respecta a su forma – ya sea de forma escrita o pronunciada –, pero que difieren en su significado. A nivel lingüístico, se les conoce como heterosemánticos.

En lo que respecta al ámbito de la traducción legal, el universo de falsos amigos es enorme y presenta importantes desafíos que inciden en la naturalidad con la que debe desarrollarse la traducción legal.

Además, plantean desafíos jurídicos toda vez que su mala administración aumentan los riesgos legales inherentes a cualquier operación comercial.

Por lo tanto, conforme a lo indicado arriba, el abogado traductor legal se ve en la necesidad interpretarlos a la luz de los criterios de aceptabilidad – de la equivalencia funcional – ya descritos.

Pero también con firme atención y consideración a la cultura y contexto del destinatario/cliente

A continuación, te indicamos algunas variantes de este fenómeno:

 

Concepto Falso Amigo Significado Correcto
     
Consideration Consideración Contraprestación
     
Jurisprudence Jurisprudencia Filosofía del Derecho
     
Security Seguridad Garantía
     
Transaction Transacción Operación
     
Act of Parliament Acto del Parlamento Ley del Parlamento
     
Discharge Descargar Cumplir
     
Dispute Disputa Controversia
     
Jurisdiction Jurisdicción Competencia
     
Repudiation Repudiación Resolver
     
Statute Estatuto Legislación/Normativa
     
Aggregate Agregado Total
     
Recitals Recitales Considerandos
     
Execute Ejecutar Celebrar
     
Material Material Sustancial
     
Condition precedent Condición precedente Condición suspensiva
     
Condition subsequent Condición subsecuente Condición resolutoria
     
Consequential damages Daños consecuenciales Consequential damages
     
Adverse possession Posesión adversa Prescripción adquisitiva
     
Common Law Derecho Común Common Law
     
Remedy Remedio Recurso

 

B.1. ¿Qué hacer frente a un falso amigo?

Creemos que el recurso a la equivalencia funcional es un primer paso.

Sin embargo, la equivalencia funcional – entendida como la técnica de traducción que busca transmitir la idea del texto origen a costo de sacrificar la literalidad de este – ha de aplicarse apelando a la funcionalidad, y no por un mero afán lingüístico.

Dicho de otra forma, la aplicación de esta técnica, en el ámbito de la traducción legal, debe ser capaz de lograr comunicar principalmente los efectos jurídicos deseados y establecidos en el texto origen.

El desafío es latente

La problemática de la traducción legal es constante y también profundamente interesante dada la creciente estandarización e incorporación de términos anglosajones en el quehacer legal de abogados y profesionales relacionados (llámese procuradores, paralegales, contadores, ingenieros comerciales, periodistas, publicistas, diseñadores, entre otros).

Creemos que ello se debe a la creciente y vertiginosa influencia de modalidades contractuales importadas que se entrelazan con nuestra tradición continental.

En ningún caso creemos que sea algo negativo, todo lo contrario, creemos que viene a expandir los límites del Derecho.

Ejemplos concretos de esto lo podemos ver en contratos cuando los abogados hablan de remedios contractuales (contractual remedies), representaciones (representations), daños consecuenciales (consequential damages), retrasos concurrentes (concurrent delays), derecho estatutario (statute law), transacción (transaction), entre muchos otros.

Últimas ideas

Creemos que el recurso a abogados traductores legales es esencial si se busca comunicar eficazmente operaciones comerciales y conceptos jurídicos, ya sea en sede judicial2Por ejemplo, en alguna absolución de posiciones, traducción de exhortos, etc. o derechamente en la esfera privada.

La trascendencia de esto radica en el hecho que el abogado traductor legal, en general, tiene un marco metódico definido a través del cual puede prevenir, analizar y, en definitiva, controlar los efectos jurídicos que el destinatario/cliente desea conseguir.

*Carlos Opazo Cortés, Asociado Senior de Valiant y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Chile.

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