Columnas
Humanizar el Anteproyecto de nueva Ley de Migración como inicio de una política migratoria
"La finalidad de la política migratoria es reconocer a la migración como derecho humano, equiparar sin desmejorar ni superar, el derecho del migrante al derecho del nacional, pues todos tienen un lugar común: son seres humanos".
Gabriel Cardozo Acosta
El anteproyecto de la ley de migración está aún en discusión en el Senado y se espera que se tomen decisiones a partir de este lunes 13 de Mayo respecto a su destino. Es una materia altamente delicada y con una proyección social de gran impacto. Afecta a dos realidades: a aquellos que consideran a Chile suyo por derecho de nacimiento -Ius solis- y a aquellos que han llegado al país por razones diversas, desde la voluntariedad hasta la obligatoriedad de buscar mejores opciones de vida, huyendo de las precariedades de sus países de origen.
Chile tiene una gran responsabilidad al abordar este tema, la disyuntiva: 1) Conformarse con una nueva y moderna ley migratoria; 2) Crear el piso político, social, jurídico y económico que permita implementar una política migratoria de alcance integral, siendo la reforma de la ley migratoria una arista fundamental.
Sin duda alguna la consecuencia de la primera es no tener en consideración que el proceso migratorio es un fenómeno humano y su sujeto principal es por tanto la persona. Toda persona es y debe ser reconocida como digna y merecedora de derechos y deberes, pero ciertamente en la medida en que se procure su desarrollo íntegro como ser humano. Esto último se logra encaminando la segunda opción del párrafo anterior.
La finalidad de la política migratoria es reconocer a la migración como derecho humano, equiparar sin desmejorar ni superar, el derecho del migrante al derecho del nacional, pues todos tienen un lugar común: son seres humanos. La Persona y su dignidad no solo deben ser reconocidas sino garantizadas.
Lograr la plenitud de la dimensión social que el Estado debe buscar para los ciudadanos, conlleva que se creen políticas cuya finalidad sea humanizar y hacer realmente dignificantes puntos emblemáticos del anteproyecto, a saber:
- En vez de procurar determinar si se permite o no el cambio de la calidad migratoria en Chile, lo cual es un acto de soberanía, no fundamental en la actualidad migratoria de Chile, es más lógico se ocupe de garantizar que desde el ingreso a Chile se pueda contar con procedimientos que faciliten el proceso de inclusión al migrante y no que lo imposibilite registrar su visa y obtener el RUN. Esto condiciona los siguientes pasos de desarrollo de la vida del migrante. Quizás, es más productivo discutir cuáles son los recursos que se requieren para modernizar los sistemas de PDI, dotación de equipos, de personal, de infraestructura, entre otros, así como los del registro civil, para poder lograr realmente y con más atino, solucionar uno de los problemas principales que aquejan al migrante.
- Especial interés: debe mostrar una política migratoria en crear incentivos, beneficios y facilidades para que se contrate migrantes pues, ¿cómo se puede lograr una verdadera estabilidad sin sustento económico? En ese sentido debe capacitarse aún más a los nacionales y quitar tabúes sobre contratar migrantes, inclusive se podrían crear incentivos fiscales, por ejemplo, para fomentar la contratación de migrantes.
- Es imprescindible mejorar y actualizar los mecanismos jurídicos, https://estadodiario.com/wp-content/uploads/2018/02/im4-1.jpgistrativos y tecnológicos de convalidación y revalidación de títulos profesionales y técnicos, pues eso contribuiría en gran escala a propiciar la inserción social y económica.
- Urge igualmente no solo establecer en la ley el respeto a los derechos de acceso a la salud, sino ir más allá, para procurar crear realmente normas que, evitando dejar abierta la discrecionalidad del funcionario público, determinan inequívocamente si se debe garantizar tal derecho a toda persona, sin distingos y los mecanismos para ello.
- Es fundamental igualmente regular vacíos legales existentes, como el hecho que un migrante esté con carnet vencido mientras se define la solicitud de la permanencia definitiva. Durante este lapso es imposible tramitar renovación de RUN, firmar contratos en notaría y contrataciones laborales. En fin, la vida jurídica no se puede desarrollar y esto es una flagrante violación de la posibilidad de desarrollarse.
En general, para tratar este tema, hay que hacer dos menciones fundamentales: 1) Agradecer al Gobierno del Presidente Piñera y a Chile el abrir las puertas a la migración y el estar pendientes de crear soluciones; 2) No se pretende perjudicar ni menoscabar los derechos de los nacionales.
En lo particular en este tema, agradezco al presidente Piñera su respaldo político y humano para Venezuela y los venezolanos, la lucha en favor de la democracia venezolana. Aplaudimos el acercamiento del gobierno para ayudar directamente a la migración venezolana en Chile, inclusive su positiva respuesta a la formación de las mesas de trabajo con representantes venezolanos el 24 de enero de 2019. Esperamos una visión más amplia de quienes la conforman, pues hay organizaciones sociales que vienen trabajando por los venezolanos en Chile desde hace ya más de 2 años y no solo desde el pasado enero.
La migración es un asunto a tratar transversalmente entre ONGs, fundaciones, municipalidades, ministerios de Trabajo, de Salud, entre otros. Todos deben estar llamados a participar en la discusión del anteproyecto.
Si Chile opta por humanizar la ley y ver la migración como un derecho humano, y en consecuencia crear políticas migratorias y no politizar la migración, seguirá caminando los caminos que lo lleven a consolidarse como un país desarrollado.
Aclaro: Las realidades enunciados no son críticas al gobierno, son mi aporte como migrante para que sigan mejorando, porque el esfuerzo se reconoce pero siempre se puede mejorar. Mi idea es que ambos, nacionales y extranjeros, sean dignificados en su condición.