Entrevistas
Rebeca Zamora: “queremos brindar con mucha generosidad y firmeza el enfoque de género”
La candidata a Consejera del Colegio de Abogados por ABOFEM, nos cuenta sus propuestas donde aborda temas de género, actualidad y del mercado legal.
A mediados de mayo del año pasado, en Santiago, un grupo de abogadas feministas se proponía fundar una colectividad que buscase la transformación social con un fondo de género; a la semana ya eran más de cien participantes cuyo principal objetivo era posicionar un discurso feminista del Derecho disputando espacios de opinión. Así nacía la Asociación de Abogadas Feministas de Chile: ABOFEM.
En un año de vida, ABOFEM se ha hecho partícipe y protagonista de los principales espacios donde se debate sobre género, como por ejemplo, el reclamo contra el protocolo de objeción de conciencia, la denuncia por asociación ilícita en el caso Nido y atención pro bono a las víctimas, la representación de denunciantes de acoso sexual en universidades, entre otras; y ahora, la agrupación pretende ocupar un nuevo espacio destinado principalmente para hombres desde donde seguir trabajando: el Colegio de Abogados.
Los días 4, 5 y 6 de junio se realizarán las elecciones de consejeros en el Colegio de Abogados, donde compiten por la lista “Todas y Todos” autodefinida como de izquierda, progresista y feminista; compuesta por candidatos del Partido Comunista, del Partido Socialista, del Partido Radical, de Revolución Democrática y de la Asociación de Abogadas Feministas.
En las elecciones competirán 4 listas: Gremial, Libertades Públicas, De Vuelta al Colegio y Todas y Todos; son 36 candidatos que ocuparán 9 puestos en el Consejo General de la Orden, por los siguientes cuatro años; y serán las primeras elecciones desde que se estableciera una cuota de género para la integración del órgano, que asegura que el 40% de los abogados electos deberán ser mujeres.
Los candidatos por “Todas y Todos”, que tienen un lanzamiento de campaña programado para el lunes 13 de mayo, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, sala 2 a las 18:30 horas, son: Álvaro Fuentealba Hernández y Paulina Vodanovic Rojas del PS; Eduardo Contreras Mella y Jaime Gajardo Falcón del PC; Macarena Carvallo Silva y Alfredo Bañados Lagos del PRSD; Marta De La Fuente Olguín y Amaro Oróstica Ortega de RD y Rebeca Zamora Piacini de ABOFEM.
Rebeca Zamora Picciani, abogada de la Universidad de Chile, Asociada en Morales&Besa, ha concentrado su práctica en el área de litigios y resolución alternativa de disputas con énfasis en derecho penal, incluyendo procedimientos civiles, penales, comerciales y arbitrajes.
Rebeca, quien además es columnista en Estado Diario, se dio el tiempo en plena campaña de contestarnos las siguientes preguntas:
— ¿Cuáles son sus principales propuestas?
Nuestra propuesta, en general, es devolver al Colegio de Abogados “y Abogadas” la necesidad de acercarse a la sociedad y ser la voz de aquellos que requieren acceso a la justicia. El Colegio es un organismo que tiene un tremendo potencial y lamentablemente con los años, ha ido perdiendo terreno respecto de su rol social y ético, pues su voz no ha podido llegar y cautivar, sobre todo a las nuevas generaciones quienes ven con recelo y no tienden su rol, para mostrar lo que son y cuál es el aporte que pueden hacer como institución al país. Si bien el Derecho se socializó, ese fenómeno no permeó en el Colegio. Debido a este diagnóstico, nuestra propuesta se centra prioritariamente en lo siguiente:
- Devolver el control ético al Colegio.
- Fomentar el trabajo pro bono, justicia de calidad al acceso de los más vulnerables.
- Crear comisiones de trabajo. Hace muy poco se creó la comisión de “mujer y género”, pero es insuficiente. Aún se requiere crear una comisión, a modo de ejemplo, de “diversidad e inclusión” (parece extremadamente lejano ver una persona con capacidades diferentes como Consejero, o que ocurra algo como la reciente elección en la FECH). También es necesario contar con una comisión de “derecho penal y derechos humanos”, entendiendo la relevancia social de estas materias.
- Descentralizar el Colegio. Proponemos crear un plan nacional de colegiatura y coordinación con regiones. Cuando se pide una opinión sólo habla el Colegio de Santiago, pero ¿representa a regiones?
- Fomentar la participación de otros sectores “no tradicionalmente” colegiados. La escasa participación del sector público o abogados independientes en la Consejería revelan algo importante: es un espacio ocupado por los estudios jurídicos, que evidentemente tiene problemáticas distintas a los otros sectores, quienes, por cierto, no se sienten representados.
- Crear un programa de capacitación para los Colegiados. Los “Martes al Colegio” y la Revista no han sido suficientes. Es necesario un mayor acercamiento a la tecnología para lograr este objetivo, actualizándose a las nuevas formas de comunicar, informar y capacitar.
— ¿Cuál es la línea del feminismo que se va a trabajar?
ABOFEM es una asociación pluralista. En este sentido y como consecuencia de ello, alberga distintas sensibilidades políticas, creencias y cultos religiosos, identidades de género y orientaciones sexuales, y a todas las mujeres. El feminismo tiene muchas corrientes, que tienen la misma idea matriz, pero difieren en los énfasis a nivel teórico y práctico. Todas esas corrientes tienen cabida en nuestra organización, pues nuestro objetivo es común: desnaturalizar la posición de subordinación que tienen las mujeres y los cuerpos feminizados en la sociedad, así como cualquier otra brecha social, cultural, política o normativa, que impide el reconocimiento de la dignidad de algunas personas y las pone en una situación de desmedro en relación a otros y les niega sus derechos. Sin embargo, creemos que es importante enfatizar que existen otras propuestas que, pretendiendo denominarse feministas, están lejos de buscar ese objetivo de igualdad en las relaciones sociales, perpetuando estereotipos de género que trasladan el problema a otros ámbitos pero no resuelven las desigualdades de base. No compartimos ese denominado feminismo.
Creemos que el derecho debe ser una herramienta de transformación de las relaciones de desigualdad, estableciendo medidas que contribuyan a eliminar los obstáculos que impiden relaciones simétricas en la sociedad.
— ¿Por qué aceptas ser candidata en esta lista?
En primer lugar, soy feminista. Siempre lo fui, pero no me reconocí así hasta que ingresé a ABOFEM: un espacio de abogadas muy dedicadas que día a día, de manera no remunerada, ayudan a mujeres en el acceso a la justicia. Entiendo el feminismo como la necesidad de equidad entre hombres y mujeres; el feminismo tiene una vocación profundamente igualitarista. En segundo lugar, estimo que es importante fomentar el cambio en el área práctica del derecho: siempre ha sido un espacio muy dominado por los hombres y aun cuando hay más abogadas que abogados, hay menos socias, menos fiscales, menos directoras, etc. Entendemos que esto es un cambio cultural y no puede cambiar de la noche a la mañana, pero nuestro trabajo será hacer el mejor esfuerzo para que así sea. Si yo no puedo ver este cambio, apostaré para que sí lo puedan disfrutar quienes nos sucedan.
Por eso pensamos que es necesario integrar un enfoque feminista en el derecho, tanto en su generación, a través de los procesos legislativos, su enseñanza, así como en su aplicación en las políticas públicas y en tribunales.
— ¿Qué forma plantean para abordar desde el feminismo los casos de corrupción?
Sin duda la corrupción es uno de los fenómenos más dañinos para las economías a nivel país: el cohecho no es un gasto para el que lo paga, en general ese costo se traspasa de una u otra manera al consumidor final: todos y todas. Además, ha sido definido como un problema de derechos humanos en tanto genera situaciones de desigualdad y discriminación en el acceso a servicios en favor de quienes la practican. Si entendemos la corrupción, tal como la define Transparencia Internacional, esto es, el “mal uso del poder encomendado para obtener beneficios particulares”, debemos entender que no solo se manifiesta en el pago de un soborno en dinero, sino también en el acceso al poder político, al sexo, la violencia, el terror y las amenazas en esos ámbitos.
En Chile nos hemos preocupado de esto, pero falta mucho. En nuestra legislación, el tráfico de migrantes, la promoción de la prostitución o trata de personas, por ejemplo, son delitos base del lavado de activos. Ello requiere sin duda enfoque de género. Por otro lado, en noviembre de 2018 se modificaron algunas normas anticorrupción, entre éstas se modificó el delito de cohecho: por primera vez se modificó la naturaleza de la coima de “beneficio económico” a “beneficio de otra naturaleza”, lo que permite incluir los beneficios sexuales (como consta en la Historia de la Ley).
— ¿Se propondrán castigos éticos para hombres violentadores? ¿Cómo enfrentarán el tema del acoso?
Lamentablemente la regulación del Colegio no contempla normas expresas y específicas para estos casos. ¿Qué ocurre si un colega me acosa sexualmente a la salida de una audiencia? ¿Dónde reclamo? Muchas colegas han denunciado malas prácticas en reuniones privadas o a la salida de audiencias. No hay un espacio para reclamar sobre esos temas.
Creemos que se requiere un protocolo de acoso general de manera urgente, con evidente énfasis en el ámbito sexual, que tenga perspectiva feminista y que resguarde plenamente los derechos de todas las partes. Existen estándares claros sobre este ámbito a nivel internacional, los que establecen, entre otras cosas, el resguardo de la víctima desde el momento de la denuncia o el conocimiento de los hechos, tomando medidas cautelares razonables y efectivas, y que también señalan cómo deben conducirse las investigaciones para evitar sesgos machistas en la evaluación y ponderación de las pruebas, lo que debe conjugarse con los derechos del denunciado, según las normas de debido proceso. Esta es la forma de enfrentar este problema con respeto a lo establecido en el bloque de constitucionalidad, compuesto también por los tratados internacionales de Derechos Humanos vigentes, y pensamos que el Colegio debe avanzar hacia una regulación que cumpla con dicha normativa.
— Entendiendo que la ola feminista del 2018 sentó un precedente en la capacidad de adaptación del Colegio al cambio social ¿cómo se harán cargo de las demandas del movimiento feminista, en cuanto a la necesidad de capacitación sobre violencia de género al Poder Judicial completo, comenzando en Tribunales de Familia donde las víctimas de violencia machista generalmente son revictimizadas?
Reconocemos que el Poder Judicial ha hecho un importante trabajo en la materia, capacitando a sus funcionarios y difundiendo sus políticas anti acoso. El cambio también se empieza a apreciar en materia de familia: tenemos jueces cada vez más conscientes de la necesidad de resolver con enfoque de género, aplicando estándares internacionales de DD.HH y preocupándose de la violencia y de avanzar con conceptos de familia. En el último año, por ejemplo, ha habido casos en que se ha entregado el cuidado de una menor a la conviviente de una pareja de lesbianas, ante la muerte de la madre legal de la menor. Ese ejemplo sin duda marca precedentes.
Esta necesidad de enfoque de género también ha permeado a los Tribunales Superiores. En un caso llevado por una de nuestras socias en materia de investigación de acoso sexual en una universidad, se puede leer un considerando como el siguiente: “Que, sociológicamente dentro de una sociedad como la nuestra, por regla general se invisibilizaba la violencia de género, contribuyendo notoriamente a ello precisamente la forma indigna en que son tratadas algunas mujeres que se atreven a denunciar la violencia y acoso sexual. En efecto las máximas de experiencia demuestran que muchas veces no se trepida en descalificar a la denunciante, como una forma de desacreditar esta clase de denuncias con el fin último de desincentivarlas. Sin embargo resulta ser un deber y una obligación de toda mujer, hacer estas denuncias, por sí, por sus hijas, hermanas y por qué no decirlo por sus madres o abuelas que no tuvieron la oportunidad de develar esta clase de hechos, sin ser sometidas a humillaciones. De ahí entonces la gravedad de permitir que esta clase de prácticas pudiere materializarse en una investigación formal, dispuesto en una Universidad que se estructura en base a ciertos valores de la humanidad”. Esta sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, producto del trabajo de un equipo de ABOFEM, es para nosotras muy relevante y marcará un precedente.
Queremos lograr que ese enfoque sea transversal en el Derecho, y creemos que desde el Colegio de Abogados se puede hacer mucho por empujar ese cambio, fomentando la capacitación de operadores de justicia y exigiendo el cumplimiento del principio de no discriminación en todas las actuaciones judiciales. .
— ¿Cómo cambia el escenario las cuotas de género? ¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir?
Debemos seguir impulsando la participación de las mujeres en los altos cargos directivos en el mundo jurídico y en el mismo Colegio, pero sabemos que la participación de las mujeres no asegura que ellas tengan necesariamente una mirada feminista del derecho. Por eso es importante fomentar que esos cargos sean ocupados por mujeres feministas y por hombres aliados al feminismo también.
Por otra parte, como mencionaba anteriormente, creemos que debe existir una preocupación fundamental en el Colegio por los temas de género, regular el acoso sexual, estableciendo protocolos y mecanismos de protección. Hoy los sumarios éticos pueden tardar entre 2 a 4 años; el Código del Trabajo dice que estas investigaciones deben realizarse en 30 días. En ese sentido, no hay ninguna proporción. Ese es otro desafío que tenemos por delante.
Otro elemento que es importante relevar es la mirada que existe del derecho penal, que ha sido históricamente dominado por hombres, así y en concreto ellos han decidido en la definición y determinación de tipos penales que requieren de manera urgente, a mi juicio, de una mirada feminista, como por ejemplo, la violación, el abuso sexual.
Queremos un Colegio que no se reste del debate público, que incida en la creación, contenido y aplicación de las normas, y en particular nosotras queremos brindar con mucha generosidad y firmeza el enfoque de género que a nuestro juicio es necesario para Chile, tal y como lo hemos hecho en ABOFEM.
— ¿Por qué Abofem integra esa lista y no pensar en una propia? ¿No causa “ruido” la historia reciente de machismo de alguno de los partidos que los acompañan -el tratamiento de la denuncia de violación en RD por ejemplo-?
Si bien aparentemente sería deseable contar con una lista solo de mujeres, creemos que con ello se perdería aquello que los hombres pueden y deben aportar; es necesario que se involucren en esto también. Nuestra asociación solo está compuesta por abogadas mujeres o que se identifican como mujeres, pues creemos que el separatismo es una práctica política necesaria para nuestros objetivos hoy. Sin embargo, eso no significa que no podamos trabajar con hombres, por el contrario, también tenemos espacios donde trabajamos y compartimos con ellos. Además, no es posible (de acuerdo a las bases de postulación) presentar una lista sólo con mujeres.
Como señalé anteriormente, ABOFEM es una organización pluralista y tenemos socias de diversas sensibilidades políticas, tanto en el Directorio como en nuestras bases. Fuimos invitadas a formar parte de esta lista de carácter progresista, con la que compartimos objetivos y valores comunes, por lo que decidimos sumarnos a ella teniendo en cuenta que todas las organizaciones tienen o han tenido problemas internos por falta de normativa o prácticas sin perspectiva de género. Esta es una realidad que tenemos que aceptar si trabajamos en alianza con otros, lo que no significa que no nos preocupen estos problemas y no busquemos incidir para que nuestros aliados hagan los cambios que sean pertinentes.
Sobre la denuncia de RD, ella fue tratada de acuerdo a la normativa vigente del partido, que sabemos que fue modificada con posterioridad, incorporando protocolos con perspectiva de género para este tipo de situaciones, por lo que no vemos una contradicción con nuestros principios aliarnos con un partido que busca avanzar en estas temáticas y que ha empujado la agenda feminista en los diversos espacios que ocupa. A nosotras nos haría más ruido ir en una lista que se haya opuesto a las cuotas de género, por ejemplo.
Hoy en día todas las listas van a hablar de género, cómo no, pero le decimos a los colegiados y colegiadas: pónganse del lado correcto de la historia, basta con ver lo que ABOFEM ha hecho en menos de un año para concluir que este sí es nuestro fin: el reclamo contra el protocolo de objeción de conciencia, la denuncia por asociación ilícita en el caso Nido y atención pro bono a las víctimas, la representación de denunciantes de acoso sexual en universidades, la colaboración para la creación de protocolos en diversos espacios colectivos, nuestra participación en diversas sesiones del Congreso para debatir temas de género, un sinnúmero de denuncias y querellas por violación y abuso sexual patrocinadas por nuestras socias, diversos reclamos en Contraloría por discriminación de parte de nuestras socias, capacitaciones a mujeres y organizaciones, incluyendo un curso gratuito en la Universidad Abierta de Recoleta, etc. Nuestro trabajo habla por sí mismo y nos destaca como candidatas al Colegio: trabajamos seria y comprometidamente, en equipo y con perspectiva feminista, en todos los espacios donde incidimos.
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