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Primer estudio en Chile de sesgos de género en la profesión legal
Trabajo realizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) indica que el 63% de las abogadas declara que cuando las mujeres tienen hijos, cambia la percepción que tienen los compañeros de trabajo de su compromiso laboral y su competencia. 56,5% señala que tiene que demostrar su valía una y otra vez para obtener el mismo nivel de reconocimiento que sus compañeros de trabajo. 34,9% cree que teniendo las mismas capacidades que sus pares, se les percibe como menos calificadas.
La Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) dio a conocer el informe “Para cambiar, hay que conocer: Sesgos de género en estudios jurídicos y gerencias legales en Chile”, que aborda cómo los sesgos de género están presentes en las interacciones cotidianas que tienen lugar en los estudios jurídicos y gerencias legales de empresas.
El estudio se basa en la Workplace Experiences Survey, encuesta elaborada por el Equality Action Center at the University of California Law San Francisco, la que fue adaptada a la realidad chilena por el Laboratorio de Encuestas y Análisis Social (LEAS) de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI, en colaboración con la Fundación Pro Bono, en el proceso de aplicación de la encuesta a 357 abogadas y abogados de estudios y gerencias legales.
La relevancia del estudio es que conocer los sesgos permite a los estudios jurídicos y gerencias legales adoptar medidas para evitar el impacto que los sesgos tienen en la contratación, retención, asignación de tareas remuneraciones y ascensos. Se ha comprobado que incluso sesgos que parezcan menores pueden tener un efecto acumulativo en el tiempo que puede comprometer seriamente no solo las oportunidades de las mujeres, sino que la buena gestión de los talentos que tienen las organizaciones y sus objetivos de ser lugares de trabajo meritocráticos.
Algunos de los resultados del estudio que analizó los sesgos de género en 85 preguntas fueron:
Sesgo Demuéstralo otra vez:
- “Tengo que trabajar el doble para obtener el mismo nivel de reconocimiento que mis compañeros de trabajo”: 9,4% de los hombres está de acuerdo con la afirmación, mientras que en las mujeres aumenta un 33,3%.
- “Aunque tengo las mismas credenciales que mis pares, la gente piensa que estoy menos calificado/a”: 11,1% de los hombres está de acuerdo, mientras que en las mujeres aumenta 24 puntos a un 34,9%.
Sesgo de la Cuerda floja:
- “Cuando me comporto de forma asertiva, recibo reacciones negativas”: 9,4% de los hombres está de acuerdo con la afirmación, mientras que en las mujeres la misma afirmación aumenta a un 30,1%.
- “En las reuniones, me interrumpen más veces que a mis compañeros de trabajo”: 11,7% de los hombres está de acuerdo con la afirmación, mientras que en las mujeres aumenta 26 puntos a un 38,2%.
Sesgos asociados al comportamiento:
- “Realizo tareas como organizar fiestas, limpiar después de una reunión, o pedir comida con más frecuencia que mis compañeros de trabajo con funciones y antigüedad similares”: 14,6% de los hombres está de acuerdo con la afirmación, mientras que en el caso de las mujeres los números se elevan a un 30,1%
Uno de los grandes sesgos, donde las diferencias entre hombres y mujeres muestra una mayor brecha, es el de maternidad, pues cuando se convierten en madres se les percibe como menos competentes y comprometidas. En este ámbito, existe una diferencia de 26 puntos porcentuales al afirmar “cuando las mujeres tienen hijos, cambia la percepción que tienen los compañeros de trabajo de su compromiso laboral y su competencia”; 21 puntos porcentuales más propensas a afirmar que “tomar el permiso pre y/o postnatal o el permiso parental perjudicaría mi carrera” y 14 puntos porcentuales más propensas a reportar que “para tener éxito hay que evitar que la familia interfiera en el trabajo”.
Los resultados del estudio muestran que los niveles de sesgo de género en Chile son similares a los observados en Estados Unidos hace ocho años, antes de que los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión fueran una práctica generalizada. “Este estudio es un buen insumo que llama a la reflexión de la profesión legal y del mundo profesional en general, donde todos debemos trabajar por disminuir las brechas de género y generar cambios culturales para asegurar la igualdad de oportunidades”, señaló la decana de la Facultad de Derecho UAI, Isabel Aninat.