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Cannabis e impuestos: ¿una buena mano?
"Según un estudio del Marijuana Policy Group relativo a la legalización de la marihuana en Colorado, EE.UU., publicado a su vez por The Washington Post, la industria generó en 2015 la suma de 18.000 puestos de trabajo tiempo completo y una actividad económica de US$ 2,4 billones de dólares asociada a una recaudación por impuestos indirectos de US$ 121 millones".
Ignacio Gepp
Hace unos días tuve la ocurrencia de discutir con mi padre sobre qué pasaría si la importación, producción y distribución de marihuana y sus productos derivados fuera legal y cobráramos impuestos por ella, algo así como una alternativa para el alicaído mundo agro y una nueva fuente de ingresos para el Fisco (usted sabe, esos que se ocupan para construir hospitales).
La idea era mirarlo sólo desde una perspectiva impositiva dejando de lado cualquier juicio moral o científico asociado al consumo de este producto, el cual sostiene en pie a lugares como el Portal Lyon o incluso al Omnium, debido a los negocios secundarios que lo persiguen cual rémoras.
Siendo el admirado señor un artillero, hijo de la bicentenaria Escuela Naval y hombre de principios que no se funden ni con el núcleo del sol, la discusión no llegó a puerto pero el tema quedó.
¿Será un buen negocio siquiera?
La respuesta no es obvia y claramente no creo que quien deba responderla sea Willy Nelson o Snoop Dogg.
Dicho lo anterior, el gigante Constellation Brands, dueño de marcas como Robert Mondavi, Cerveza Corona, Modelo Especial, o High West Whiskey acaba de anunciar su intención de invertir US$ 4 billones de dólares en Canopy Growth Corporation, uno de los líderes mundiales en el negocio de la marihuana y sus derivados. Con esos números la discusión se pone seria.
La justificación de Constellation es muy significativa, ya que se basa en lo que a su juicio es un cambio en la actitud de los gobiernos hacia el cannabis en los últimos años.
La atracción aumenta cuando se estima que el mercado potencial del cannabis para el año 2032 es, según Constellation, del orden de los US$ 200 billones para el mundo, estimándose hoy en US$ 50 billones sólo en los Estados Unidos de América.
Más aún, según un estudio del Marijuana Policy Group relativo a la legalización de la marihuana en Colorado, EE.UU., publicado a su vez por The Washington Post, la industria generó en 2015 la suma de 18.000 puestos de trabajo tiempo completo y una actividad económica de US$ 2,4 billones de dólares asociada a una recaudación por impuestos indirectos de US$ 121 millones.
¿Tanta plata sólo por una fumada?
Aparentemente hay bastante más que sólo humo.
De acuerdo al Chicago Tribune, en el Estado de Illinois la distribución licenciada de marihuana y derivados para fines terapéuticos ha probado ser una alternativa más segura y sana en oposición a los opioides (ej. heroína, morfina, analgésicos, etc.), responsables según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de la muerte de cerca de medio millón de personas entre los años 2000 y 2014, sólo en EE.UU.
Si a eso le agregamos funciones para el control del sueño, ansiedad o incluso psoriasis, puede que la marihuana destierre a la invencible a agüita de melisa.
En ese sentido, el negocio de la marihuana parece no ser sólo una venta de humo (o vapor si lo prefieren), sino que una forma no letal de satisfacer necesidades corrientes que ya en su época la deidad Hindú Vishnu habría reconocido.
¿Qué tan grande es el mercado de la marihuana en Chile?
Parece no ser menor, con SENDA estimando un consumo (en 2010) de 15.000 kilos al año y estando el precio entre $ 8.000 y $15.000 por gramo.
Esta estimación se realizó en base a las incautaciones del comercio ilícito, pero no captura por ejemplo el consumo asociado al extendido auto-cultivo, por lo cual los números podrían ser bastantes mayores.
Con eso, si arbitrariamente fijáramos un precio promedio por gramo en $10.000, el mercado de la marihuana en Chile no sería inferior a $150 mil millones de pesos o US$231 millones de dólares.
En base a lo anterior, volémonos un poco. Si le aplicáramos los mismos impuestos indirectos que al tabaco procesado, estamos hablando de una recaudación aproximada de $113,5 mil millones de pesos o US$ 175 millones (algo así como $7.600 por gramo), no mucho comparado a los $1.083.293.400.000 que genera el impuesto específico al tabaco, cigarros y cigarrillos, pero ciertamente no inmaterial.
Ello, sin considerar el impuesto a la renta en un negocio que supuestamente tiene márgenes de entre el 30% y el 45%.
¿Qué son CLP 113,5 mil millones de pesos para Chile?
Por ejemplo:
- El 23% del aporte fiscal anual a la Junta Nacional de Jardines Infantiles;
- El 36% del aporte fiscal anual al Servicio Nacional de Menores;
- El 126% del aporte fiscal anual al Instituto Nacional del Deporte;
- El 347% del aporte fiscal anual al Servicio Nacional del Adulto Mayor; y,
- El 2.435% del aporte fiscal anual al Instituto Antártico Chileno.
Es interesante en este sentido considerar que estamos hablando sólo de impuestos indirectos, más no de impuestos a la renta o de patentes municipales. Igualmente, esta cifra no considera el ahorro fiscal asociado a los recursos que hoy el Estado de Chile destina al combate asociado al tráfico de marihuana (ej. gasto por reo en cárceles, recursos policiales, etc.).
¿Significa esto que tenemos que tirar nuestro compás moral al Paso Drake y permitirlo todo?
No. Significa que desde una perspectiva impositiva y sólo bajo el supuesto de darle el mismo tratamiento que al tabaco, el negocio de distribución de marihuana recreativa o medicinal podría generar una recaudación material que , al momento de discutirse como opción, no debería hacernos pensar en elefantes rosados sino que en el costo de oportunidad que tenemos al no regularla.
Significa también ser capaces de responder:
- ¿Aumentará, se mantendrán o disminuirán las externalidades negativas?
- ¿Se generarán en Chile empleos relevantes como en EE.UU.?
- ¿Estarán dispuestos los consumidores a virar del auto-cultivo a la compra regulada?
En “volá” vale la pena.
Chile solucionaría muchos problemas con la legalización. Es un tema que no se puede dejar para después: generación de empleo, recuperación del agro, regulación en el consumo de jóvenes mayores de 18 y que no suceda lo de La Alianza Francesa nunca más.
El cannabis puede ser igual al mercado del vino en nuestro país. Se puede generar turismo y para qué hablar de los impuestos recaudados, que ayudarían a la salud y educación