Columnas

Derecho, Inteligencia Artificial y el Futuro de la Formación Jurídica

Por Sebastián Bozzo*.

Estamos viviendo el tercer gran hito en la historia de la formación jurídica. El primero  estuvo asociado al abogado y sus libros. El segundo, el abogado e internet. El tercero —el que estamos presenciando— es el del abogado y la inteligencia artificial.

¿Se podía enseñar Derecho sin libros? No.
¿Podemos enseñar Derecho sin internet? Tampoco.
¿Y podemos enseñar Derecho sin IA? Esa es la pregunta que marcará el futuro.

La IA no reemplaza al docente, pero sí redefine su rol. Ya no es solo quien transmite, sino quien diseña experiencias de aprendizaje, plantea desafíos y guía procesos. Formar juristas en la era de la inteligencia artificial no significa abandonar el pensamiento crítico, sino fortalecerlo con herramientas potentes y accesibles.

Sebastián Bozzo

Esto representa algunos desafíos para las facultades de derecho, que debemos abordar con prontitud para preparar abogados competentes en la era de la IA, entre estos desafíos destacaría:

  • Guiar a nuestros estudiantes en el uso de la inteligencia artificial generativa

Esta pregunta no es retórica. Es una alerta. En noviembre próximo, ChatGPT cumplirá apenas dos años desde su irrupción pública, pero el impacto de la IA generativa en la educación ya es innegable. Los estudiantes la utilizan para investigar, redactar, estructurar argumentos, traducir textos complejos, resolver problemas jurídicos y simular conversaciones con “clientes virtuales”. La transformación es profunda, aunque no siempre visible.

Sin embargo, muchas facultades de Derecho aún no han preparado a sus docentes ni han diseñado estrategias pedagógicas que acompañen esta revolución tecnológica. ¿El resultado? Decisiones desordenadas: algunos prohíben el uso de IA sin explicaciones ni alternativas; otros hacen la vista gorda y toleran su uso sin evaluación; y muy pocos, lamentablemente, se han decidido a enseñar a utilizarla con sentido ético, crítico y creativo.

  • De la enseñanza expositiva al aprendizaje activo: un cambio necesario

Desde hace décadas, el modelo de aprendizaje centrado en el estudiante ha sido promovido como el paradigma ideal para la educación superior. Este modelo, que coloca al alumno como protagonista activo de su formación y al docente como facilitador, ha enfrentado obstáculos estructurales: limitaciones de recursos, rigidez curricular, falta de tiempo y escaso acceso a tecnologías educativas. Pero hoy, gracias a la irrupción de herramientas digitales —especialmente aquellas impulsadas por inteligencia artificial— se abre una oportunidad inédita: aplicar este modelo de forma eficaz, dinámica y a bajo costo.

Durante años, en muchas facultades de Derecho, la única experiencia de aprendizaje verdaderamente centrada en el “hacer” era la clínica jurídica. Allí, en el tramo final de la carrera, los estudiantes por fin podían asumir un rol activo en la resolución de casos reales, bajo supervisión docente. Sin embargo, esta valiosa experiencia resultaba tardía y restringida muchas veces a grupo acotado de alumnos. Hoy, gracias a la inteligencia artificial y metodologías activas como el Aprendizaje + Servicio (A+S) o las simulaciones jurídicas, es posible anticipar esa lógica de “aprender haciendo” desde los primeros años de formación.

Simulaciones de audiencias, negociaciones, redacción de contratos, análisis de jurisprudencia comentada por IA, resolución de conflictos en línea: todas estas actividades pueden replicarse en el aula con herramientas accesibles y en entornos controlados. De esta manera, la formación jurídica se transforma en una experiencia vivencial, dinámica y comprometida con el entorno.

  • Aprender haciendo: la IA como entrenadora jurídica

La IA facilita que el estudiante entrene constantemente con el conocimiento, dejándolo de ver como un fin en sí mismo y transformándolo en insumo para la adquisición de competencias. Así, el valor del aprendizaje ya no se mide solo en contenidos memorizados, sino en la capacidad de aplicar el conocimiento a situaciones reales o simuladas.

El modelo de Aprendizaje + Servicio (A+S), por ejemplo, permite conectar a los estudiantes con necesidades jurídicas concretas de comunidades o emprendimientos. Si a esto sumamos IA para guiar la elaboración de minutas, revisar redacciones o explorar jurisprudencia, se multiplican las oportunidades de intervención formativa. Todo ello sin necesidad de esperar al último año o a una clínica saturada.

La IA también permite adaptar el nivel de dificultad, proponer retos progresivos, ofrecer comentarios automáticos y personalizados, e incluso generar distintos escenarios para el mismo caso jurídico. Esto transforma el aula en un laboratorio de habilidades jurídicas, donde los errores se convierten en insumos de aprendizaje.

Esto ya es realidad : Altech un ecosistema legaltech en expansión

En Chile, la Asociación de Legaltech (Altech) se ha consolidado como un referente en la promoción de la innovación tecnológica en el ámbito legal. Fundada en 2024, Altech reúne a una diversidad de empresas y startups comprometidas con la transformación del ecosistema jurídico a través de la tecnología.

Entre sus miembros destacan:

  • Lemontech: especializada en la creación de software para abogados, con soluciones que optimizan la gestión legal y promueven la eficiencia procesal.
  • Webdox CLM: plataforma de gestión contractual potenciada por IA, ideal para ejercitar competencias en la administración de documentos jurídicos.
  • Spektr AI: asistente legal inteligente que guía la redacción de contratos, permitiendo a los estudiantes aprender estructuras normativas desde la práctica.
  • Lexgo: sistema que facilita la constitución legal de empresas, útil para simular asesorías jurídicas en el aula.
  • Resolución en Línea: plataforma orientada a la mediación y resolución alternativa de conflictos, que permite ejercicios de argumentación, conciliación y análisis normativo.
  • Theodora AI: iniciativa que promueve la justicia algorítmica y combate los sesgos en el uso de datos legales.

Estas herramientas no sólo automatizan tareas; son también espacios de aprendizaje activo. Usarlas en el aula permite anticipar la experiencia clínica, con el beneficio adicional de recibir retroalimentación instantánea, revisar iteraciones, y desarrollar habilidades clave como la argumentación, la empatía, la precisión lingüística o el razonamiento lógico.

Llamado a liderar la transformación

La integración de IA en la enseñanza jurídica no es una opción marginal. Es el camino más eficaz para construir una educación centrada en el estudiante, activa, reflexiva y comprometida con la realidad profesional. Nos permite anticipar el ejercicio práctico, personalizar la formación y formar no solo conocedores del Derecho, sino verdaderos solucionadores de problemas jurídicos.

La pregunta no es si debemos usar estas herramientas, sino cómo lo haremos de manera responsable, crítica y creativa. La respuesta que demos marcará el futuro de nuestros estudiantes y el de la profesión legal.

Ese futuro —no tengo dudas— se construye con inteligencia… 

*Sebastián Bozzo Hauri, Decano de la Facultad de Derecho, Universidad Autónoma de Chile, Profesor Titular “Módulo Jean Monnet IA y Derecho Privado Europeo”.

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