Columnas

Los desafíos regulatorios en la era digital: una mirada desde la ética y el compliance

Por Sara Lara Espinoza*.

La transformación digital ha acelerado la adopción de tecnologías disruptivas que plantean desafíos complejos al derecho, la ética y nuestra institucionalidad. Actualmente, nos encontramos frente al tremendo desafío de contar con marcos regulatorios capaces de equilibrar el impulso innovador con la protección efectiva de los derechos fundamentales.

Sara Lara Espinoza

Adicionalmente, cabe hacer presente que en la era digital que estamos viviendo, el verdadero desafío no es solo normativo: es de liderazgo cultural. ¿Cómo promovemos una cultura institucional capaz de adaptarse a los cambios sin renunciar a sus valores? No basta con actualizar las leyes. Necesitamos cultivar principios compartidos que guíen el uso ético de la tecnología, que permitan innovar con responsabilidad y que eviten zonas grises donde el vacío normativo deja a las personas desprotegidas.

En dicho orden de ideas, la reciente decisión de la Unión Europea de postergar su Código de Buenas Prácticas en Inteligencia Artificial pone en evidencia una tensión estructural: cómo regular tecnologías que cambian más rápido que las normas. A pesar de ser un código voluntario, su impacto proyectado era global.

En Chile, enfrentamos una tensión similar. La nueva Ley de Protección de Datos Personales, la Ley Marco de Ciberseguridad, la Ley Fintech y el proyecto de ley sobre Inteligencia Artificial representan avances importantes. Sin embargo, nos enfrentan a una pregunta clave: ¿cómo conciliamos la flexibilidad que exige la innovación con la certeza jurídica que necesitan las personas y las instituciones?

La respuesta no está en detener los cambios ni en permitir vacíos regulatorios. Está en la promoción de marcos anticipatorios, técnicamente informados y guiados por principios éticos. Se trata de diseñar reglas que no solo protejan sino que habiliten la innovación con legitimidad. Lo anterior, teniendo como base un elemento fundamental, cual es, la necesidad de impulsar un cambio cultural en nuestras organizaciones y, que aquello sea el sustento previo e independiente a los cambios regulatorios.

Es así como, por ejemplo, los fondos de venture capital ya lo están notando11. Juan José Güemes, Presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE, en Innovación de El Mercurio, de 1 de mayo de 2025.: los ecosistemas que combinan madurez institucional con reglas claras atraen más inversión. En Latinoamérica, donde la resiliencia emprendedora convive con cierta fragilidad institucional, regular con mirada ética y técnica puede ser una ventaja competitiva. No se trata de frenar la tecnología, sino que de habilitarla con legitimidad y propósito.

En definitiva, el futuro digital será sostenible si es culturalmente ético. No basta con reglas claras: necesitamos organizaciones y sociedades con la capacidad de internalizarlas, adaptarlas y vivirlas. En un mundo de algoritmos, el verdadero diferencial competitivo será contar con personas y culturas capaces de gobernar la tecnología con integridad.

 


Sara Lara Espinoza, abogada de la U. de Chile. Experta en ética, compliance y sectores regulados. Miembro de Women in Compliance Chile.

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