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Examen de la Barra de Nueva York: un desafío al que muy pocos se atreven

Si bien ya es una tendencia viajar a hacer un LLM a países anglosajones, no ha ocurrido lo mismo con preparar el Bar Exam que permite ejercer en el estado de New York y que, más allá de esa habilitación particular, constituye una especie de certificación de calidad ante clientes de Estados Unidos que quieren hacer negocios en Chile.

Sofía Martin Leyton, Idealex.press / Diario Financiero

Es creciente el número de abogados que parte a Estados Unidos a hacer un LLM o Master en Derecho, tanto así, que todos los años vienen a Chile y otros países de la región representantes de una docena de universidades a promocionar sus programas.

Algunos de estos profesionales se quedan un año trabajando en oficinas con las cuales hay convenios, y de ellos, unos pocos optan por rendir el examen de la Barra —Colegio de Abogados— de Nueva York, que se exige para poder ejercer en ese Estado.

Si bien en publicaciones de universidades y de prensa, la última de 2015, se hablaba de una veintena y una treintena de profesionales acreditados, de acuerdo a los registros de Idealis Legal Recruitment, son cerca de 50 los abogados chilenos admitidos por la New York State Bar Association, donde las mujeres se acercan al 30%, en un universo que sobrepasa los 40 mil profesionales.

Para qué

Se podría pensar que la motivación lógica para dar este examen es quedar habilitado para litigar en tribunales y representar a clientes en trámites de diverso tipo. Pero no. Los abogados consultados explican que la mayor utilidad se ve en la práctica corporativa, al poder asesorar empresas estadounidenses que quieren hacer negocios en Chile o clientes chilenos que tienen intereses allá. Además, los deja en un pie de igualdad con sus contrapartes.

Como la mayoría de quienes dan el examen, la abogada Gracia Tomic hizo primero un LLM (2002) en Georgetown, Washington DC. Y en eso estaba cuando un profesor le dijo que tenía los créditos suficientes para dar el Bar Exam de California o el de Nueva York. “¡Cómo no hacerlo! Era un desafío y sentía que iba a ser un plus en mi carrera”, dice. Tras tomar un curso de preparación de 2 meses, bastante caro, pero que no duda en calificar de excelente, esta abogada dio el test en 2003. Y siente que fue la mejor opción que pudo haber tomado.

Santiago Montt O., Vice President de Regulación y Litigios a nivel global para BHP, y dio “el Bar” en 2006. Desde Melbourne, Australia, donde están sus actuales oficinas, cuenta que le permitió trabajar en Nueva York como asociado “igual que los demás abogados norteamericanos, sin distinción”. “Recomiendo a todos los que estudian un LLM, que también lo hagan; tener el Bar ha sido una herramienta fundamental para desarrollar una carrera legal internacional”, dice.

Otro de los beneficios es el formativo. Así lo destaca Juan Pablo García, socio de Carvallo, Bizzarri & García, quien tras estudiar un LLM en Georgetown, fue admitido en la Barra de Nueva York, en 2007. “Es la oportunidad de conocer un sistema muy distinto, el del Common Law, pero que tiene mucha influencia en la contratación internacional”, dice, y añade que preparar el Bar Exam es asimilable a un estudio de posgrado de alta especialización.

Desde el punto de vista del reclutamiento, Felipe Lavín, director de Idealis, asegura que haber rendido el Bar Exam se equipara a una certificación de calidad ante los clientes anglosajones que quieren contratar abogados. “Pero son tan escasos en el mercado chileno, que sería muy poco realista que un cliente lo exigiera como un requisito excluyente”, acota.

Aldo Molinari concuerda con las bondades que hacen que estudiar el examen valga los esfuerzos personales y económicos que implica prepararlo. Y agrega el beneficio académico. Como profesor de la U. de Chile ha podido enseñar diversos cursos con conocimientos de primera mano. Este socio de Carey hizo su LLM en la U. de Columbia (2013), luego trabajó un año en una firma y después dio el Bar Exam. En su perfil se puede leer “Admisión en Nueva York (pendiente – Examen aprobado en febrero de 2015)” ¿Por qué? “Nunca fui a jurar en la Corte”, cuenta.

Gracia Tomic agrega que, sabiendo que no se iba a quedar viviendo en EEUU, pero que pensaba trabajar 1 año o 2 años allá, fue la mejor decisión, pues se tradujo en un sello de calidad que hoy mantiene: “Tuve una clienta muy importante y llegó a mí exclusivamente porque le explicaron que había una abogada chilena que tenía el Bar de Nueva York”. Y agrega otra experiencia: “Hace poco tuve una reunión de equipo; estoy trabajando con abogados de NY, y al contarles que tengo el Bar, de inmediato se produjo empatía y una cierta simetría”.

Pruebas y requisitos

El examen se puede dar dos veces al año, que suele ser en los meses de febrero y julio. Si alguien lo reprueba, es común que lo repita en la fecha siguiente.

Dar este Bar Exam no sólo es atractivo por el lugar en sí, sino también porque, a diferencia de otros estados, no exige haber estudiado el pregrado en un plantel local y permite certificarse si estás habilitado para ejercer la profesión en tu país de origen, siempre que hayas estudiado un LLM en cualquier universidad de EEUU.

Pero no es fácil. “Cuando yo lo di, la tasa de reprobación de los extranjeros era 7 de 10”, dice Molinari, lo que atribuye a una limitación idiomática y a nuestra estructura de análisis, anclada en la tradición civil continental, con una lógica muy diversa. “En mi caso la prueba duraba seis horas en dos días. Te daban ensayos, debías descubrir los problemas y resolverlos conforme a la ley de Nueva York. También te entregaban un sobre con documentos legales, que debías analizar y tenías que escribir lo que te pidieran; podía ser un memorandum para el cliente, una opinión legal, una demanda…”. Y el segundo día venían 200 preguntas de selección múltiple a responder con reglas comunes a todos los estados.

Desde julio de 2016, Nueva York adoptó un examen estándar (Uniform Bar Examination o UBE, por su sigla en inglés), que es definido como una “batería uniforme de tests, que son https://estadodiario.com/wp-content/uploads/2018/02/im4-1.jpgistrados en cualquier otra jurisdicción que haya adoptado el UBE”. Estas pruebas son el Multistate Bar Examination, el Multistate Performance Test y el Multistate Essay Examination.

¿Un dato curioso? Como en los aviones, hoy se pueden elegir asientos, y tienen preferencia quienes hayan obtenido el grado de Juris Doctor en una Escuela de Derecho del Estado de Nueva York.

Sofía Martin Leyton

Directora y Editora general en EstadoDiario

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